El vídeo nos demuestra claramente la repercusión que está teniendo la emigración en todos los países donde se han instalado los musulmanes y sus mezquita. Sus ideologías religiosas dejan mucho que desear y van por libre a instancias de que el mundo debe ser, a modo y manera, de sus políticas y creencias. Para ello han desarrollado el mismo sistema de propaganda de violencia contra los ciudadanos de los países de acogida. Y, lo más descabellado es, que los primeros ministros de esos países se han puesto del lado de los migrantes y no de sus paisanos. ¿Qué esconde todo este movimiento mundial hacia un islamismo cruel y despreciable? ¿Nadie se da cuenta de que toda esta gentuza que viene es propensa a la violencia ya propiciada en sus países de origen? ¿Es que nadie se da cuenta de que los deportados son carne de cárcel y por eso los lanzan al mar a que Dios sea el que ponga la balanza entre la vida y la muerte? ¿Por qué a los asesinos inmigrantes se les concede la gracia de tapar su origen, su cara y su nombre? Es evidente que el primer ministro inglés nos ha dado la excusa: porque están vendidos a las hordas de Al-lá. ¡Que puto asco dan estos ministros de mierda! Pero bien saben que las calles se llenarán de muertos... y la culpa será de ellos.
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