miércoles, 28 de agosto de 2024

control de emigración

 
Sánchez está haciendo una turné por Mauritania, Gambia y Senegal con la intención de traerse a los jóvenes, de esos tres países, a España. Mientras desembarca, reparte en esos países africanos, parte de la juventud de la tercera edad española, (senior) como si de Benidorm se tratase. 
Los barcos de las oenegés se dedicarán a llevar viejos españoles como intercambio por jóvenes africanos. Intercambio que no está mal si los senior españoles tienen una paguita para sobrevivir en aquellos lares. Mientras, en España, Sánchez mitiga la pobreza de los africanos jóvenes llenándoles los bolsillos de dinero sin ton ni son. No me extraña que cuando llegan y se ven envueltos en la trapería de jóvenes (y menos jóvenes) bailándoles y besándoles, en las playas, como si no hubiera un mañana... Estos se sientan como en casa. Da gozo verles llegar extenuados y sin techo y sin móviles de última generación, pobrecillos. No me extraña que la acogida en Andalucía sea en forma de gran corazón, asín de grande: a modo y manera de Juanma Moreno, en Andalucía.
El PP dando de qué hablar hasta en sus propias filas. Y critica a Sánchez lo que está dispuesto a hacer cuando suba, si es que sube, a primer ministro. Si sigue haciendo la competencia a la psoe con el mismo ideario nacional me parece que los españoles seguirán teniendo al malo, que al bueno por conocer. 
La cuestión es que España y el resto de Europa está ardiendo por los cuatro costados donde se concentra esta gentuza que ha aportado Sánchez a nuestro territorio. Ni en los pueblos son queridos ni se les puede permitir amenazar a nuestros patriotas por esta banda de guarros africanos, argelinos, marroquíes, o sus p... madres. ¡Qué gran proeza han conseguido los políticos al uso europeos en traer a todos los convictos que hay en estos países islamistas, que no aceptan estas delincuencias deliberadas. Islamistas de gran corazón, que han abierto las cárceles para darles otra oportunidad de delinguir en la casa de los demás. Mucho velo, mucho golpe de religión, pero más guarros que la Charito.

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