Estas fresas proceden de Marruecos, camino de España. Llegadas a España se les ha procedido a la detección de virus contagiosos, como es el caso, por hepatitis A. Contagiadas a través de aguas residuales. Aguas negras procedentes de alcantarillado que es con el que riegan las fresas marroquíes. Y si las fresas las riegan con agua negra, de alcaltarillado, no vamos a poner en duda de que cualquier otro producto procedente de ese lugar... viene recubierta de la misma sustancia de hepatitis A. Y luego vienen desde Alemania a decirnos, a los españoles, que nuestros productos no son buenos. Sin duda, son mejores los procedentes de Marruecos, gracias al monarca alauita. Pues que sepan Alemania y Francia que los productos marroquíes tienen hepatitis A. ¿Quiere el monarca alauita enfermar a medio mundo con sus productos de mierda, nunca mejor dicho?
Pues, al parecer, sí. Qué le importa al monarca enfermar a media Unión Europea, cuando tienen a sus muchachos dando guerra allá donde les han dejado entrar. Estos meapilas no sirven ni para vivir en su país, ni para vivir en país alguno. El ejemplo lo tenemos en el rey, que vive antes, en Francia, que vivir junto a su pueblo.
Los europeos debemos poner coto a Marruecos en todos sus ámbitos sociales y comerciales. Es mi opinión.
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