De un tiempo a esta parte Federico viene siendo un furúnculo en el culo de Feijóo y de Abascal. ¿Bueno!, de este último menos porque no le hacen ni puñetero caso. Y, Feijóo, le hace un pelín más, porque Ayuso tiene el mando del cotarro con esRadio.
Pero poniendo a parte esto escrito... Lo de las bombas en Atocha, Madrid, fuese un dato curioso en las elecciones del 14, del mismo mes. Unas elecciones en las que daban por ganador a la derecha y, mira tú por donde, ganó la izquierda de Zapatero. Es decir, le vino Dios a ver a Zapatero, y mira que los socialistos no cuentan con Dios para nada. Se bastan y sobran ellos solos para robar a la población sin tener que dividir, lo robado, con más ángeles, arcángeles y santos.
Ese es un dato muy curioso que no quiere decir que la ETA estuviera ahí para echarles un cable a las izquierdas. Aunque bien mirado, y visto las investigaciones que quedaron por dilucidar... bien merece un disentimiento en lo divultado.
Y, es en ello, que Federico nos ilumina la mente con todo lo que su trayectoria de periodismo tuvo a bien conocer a base de interesarse en el suceso. Creo que fue uno de los que dieron cuenta del lugar donde tenían los vagones siniestrados, que, supuestamente, habían desaparecido, o hecho desaparecer.
Es evidente que Federico tienen bastante conocimiento de lo ocurrido y, creo, que solo cuenta aquello que no le pueda meter en un compromiso judicial. Pero que debe de saber mucho más... no lo pongo en duda. Es imprescindible ver el vídeo y enterarse de toda la trama política que se montaron para hacer pasar por yihadistas a quienes, posiblemente, fueran terroristas de origen conocido.
Hoy hay que estar con las víctimas y en contra de esos desalmados que han roto los corazones de los familiares asesinados y, ellos, quedan impunes y con sus familias viviendo apaciblemente. NO es justicia.
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