Para Sánchez, Feijóo es un grano en el culo que le ha salido ahora que estaba todo tan atado con los separatistas catalanes. Ahora otra vuelta de tuerca para ver cómo se las apaña para sacar a los independentistas de las garras de España, que tanto le está libando a los catalanes. Esa España en la que los catalanes, etarras y otros subsidiarios, como Marruecos, se sienten tan oprimidos, como estrujados. Esa España a la que representa Sánchez y que les ofrece un globo de oxígeno para que vivan decentemente, como Puigdemont y otros tontos del mundo, a costa del trabajo de otras comunidades. De esas comunidades, incluyendo la andaluza, que tan negadas al trabajo eran.
Pues aquí lo tenemos...
Ese hombre tan guapo que le han quitado la sonrisa por culpa de este galego que pretende quitarle la Moncloa, el espejo y el sofá. Él, que tan bien se porta con todo el mundo aunque le piten por la calle y le abucheen en las presentaciones oficiales. No hay un solo sitio donde se pueda pasear sin que alguien le increpe, insulte y desprecie. Pero, él, se debe a sus amigos asalta estados, etarras y chupópteros que tanto le necesitan. El resto no. Claro. él qué tiene que ver con gente que le vota a la derecha. Esa derecha que no ha sabido nunca gobernar. Esa derecha que ha necesitado a la izquierda porque, sin ellos, eran un grupo a perderse en ese basto arenal que engloba la política.
Y, sabiendo todo esto, aún hay gente que vota a la zurda. Y, sabiendo esto, aún hay locuales condenan sus visiones a gentuza como Sánchez.
Total,
que Sánchez ha declinado tener rifirrafes con Feijóo porque se considera superior y conocedor de que será investido, en su lugar, dentro de unos días. En detrimento de los ciudadanos españoles y del resto del entorno político-social del metaverso de Yoli, álias la Tucán.
Que Dios nos coja confesados otros cuatro años, más, con este descerebrado individuos dual. Que debería estar medicado, al menos, una de sus partes.
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