en esta reunión se espera encontrar solución a los desafíos globales como el cambio climático, la crisis de refugiados y migrantes, el bienestar de los niños y la misión de construcción de hospitales pedriáticos, como el Bambino Gesú, en Italia. 
Lo que me llama poderosamente la atención, es, que el Papa se reúna con Bill Clinton para llegar a acuerdos de esa índole. Cuando todos sabemos, por Epstein, que sus visitas a "la isla de los pederastas", era algo habitual. Y lo que me descojona es que se congreguen con la influencia de Pedro, sobre ambos.
<<No tomarás el nombre de Dios en vano>>:
-apostilla el segundo mandamiento de la ley de Dios. Cosa que se le olvida a cualquier religioso que se precia bajo la influencia de algún apostol, a su vera. Lo que está arriba gobierna sobre lo de abajo. Y no creo que Pedro tuviera muchas ganas de que Bill Clinton tomara las riendas del bienestar de niños a su cargo. (Dimite el presidente de Save the Children tras los abusos cometidos a menores entre 13 y 16 años.) ¡Cómo para dejar niños a cargo de la influencia de Bill Clintonto; u, otros, de su misma calaña! O, dejar en manos de la Iglesia, a todo niño que provenga de emigrante a Europa. ¡Ni de broma! Vamos conociendo el percal de los personajes que tenemos removiendo los cimienos de un mundo destinado a desarticular la unidad familiar, la unidad de la patria y de la lengua. Y en ello están, poniendo todo su empeño en los tratados políticos.
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