Mucho ir a ver al Papa, mucho beso, mucho apretón de manos y un pecado capital en el octavo mandamiento de la Ley de Dios. Ya podría Francisco haberles dado un buen tirón de orejas a los pecadores socialistas. Pero, claro, es que Franc, -para los amigos-, es socialcomunista por la gracia de su Patrón.
Cada vez que tienes la desgracia de escuchar a Sánchez, más te das cuenta de que van a tener que inventar otros 10 Mandamientos para poderle incluir. Porque lo que son los 10 Mandamientos antiguos no son capaces de definir la idiosincrasia de un ser como el presi de gobierno. Pero es que también hay que echar de comer a parte a toda la ralea que le sigue en sus insultos a la ciudadanía española. ¿Está la gente medio alelada y no se dá cuenta de que Sánchez es un demonio disfrazado de gigoló?
Este individuo se ha dado cuenta que la mentira tiene mejores adeptos que la verdad. Que la mentira da mejores beneficios que la verdad. Que los ciudadanos están acostumbrados a que les mientan y por eso no caen en lo que se les está haciendo llegar. Miran hacia el orador pero sin darse cuenta de lo que dice. Y el orador solo tiene que seguir adormilando a los oyentes hasta que le llega el momento idóneo de introducir los mantrans que les llevará a la borregada sin conciencia.
Sánchez no es un orador al uso. Sánchez ha sido orquestado desde algún estamento psicológico (MK-ultra) para adoctrinar a sus votantes. Se nos ha enseñado, en incontables ocasiones, como se puede manipular la mente de una persona para que haga lo que se le pide realizar en un momento determinado. Asesinos son manipulados para comer asesinatos con una simple orden por teléfono.
No me extrañaría que estos muñecos destinados a ser presientes de gobierno en diferentes países tentan adosado en la cabeza algún tipo de dispositivo que funcione a las peticiones de sus mandos. Muy clásico en las poblaciones africanas, donde las guerras con el pan de cada día.
En fin;
nos ha tocado la china y no expresamente de China.
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