Así quedó la estación de trenes de Atocha, en Madrid, después del atentado sufrido en 2004; a escasos tres días para las elecciones generales en la que daban por ganador al PP...
Aconteció el escándalo mayor ideado por la izquierda española: un atentado donde murieron cerca de 200 personas y 2000 heridas, y en las que ganaron las elecciones generales con Zapatero, como capitan del barco.
Echaron la culpa a Al Qaeda y a un Grupo Islamista Marroquí.
Como ETA no reivindicó el atentado, los cuerpos de seguridad del Estado, los dejaron fuera de control y sospecha, cuando todo el mundo sabe que los terroristas asentados en distintos países conocen los sucesos acaecidos o por suceder dentro de su territorio.
Y hoy nos percatamos que Zapatero pagó la hazaña bélica etarra, que vario el voto ciudadano ─del PP al Psoe─, introduciéndoles en las administraciones públicas vascas.
De la misma manera que el ministro del Interior, Rubalcaba, avisó a los etarras que estaban siendo seguidos y grabados dentro del Bar Faisán, por la Guardia Civil. Quedando el caso archivado: como el Caso Faisán.
Nadie mejor que Federico para dar detalles de todo el proceso que tuvo lugar en ese mes y posteriores años, sin que nadie tuviera ganas de remover el atentado. Solo se detuvo a un individuo que cumple condena de 2000 años. Se reencarnará varias veces en el penal, para poder pagar la deuda que, a lo peor, no estuvo en el lugar de los hechos.
Sirva este blog para decirles que no les olvidamos ni lo haremos...
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