al igual que la Iglesia tiene la autoridad religiosa de bautizarte a su causa sin que tú lo sepas ni lo sepan tus familiares... Así ha sucedido con la dosis que te han puesto sea de la empresa que sea: "Tú y tus descendientes", pertenecéis, ya, a ese emporio farmacéutico, como si de un parásito, en cuerpo donante, se tratara.
Pues bien... cada empresa de dosis ha puesto su sello en los cuerpos al azar de las respectivas secuencias que han ido inyectando sin impedimento o control. Según iban llegando, las iban trasladando a los diferentes ganódromos e inyectando la pócima a los respectivos ganados. "Cuando se modifica el genoma con una vacuna de adenovirus, esa persona vacunada ya es un transgénico o persona transhumana". Por lo que pasa a ser propiedad del titular de la patente.
Esos aparatitos que venían en larvas se pueden controlar mediante móviles o aparatos preparados para ese cometido. Es un nanoprocesador, que no chip, pero sí granos o pepitas con capacidad y clave del animal inoculado, que se detecta a través de bluetooth o tecnología NFC.
¿Qué será lo siguiente?:
"La transfiguración de la especie en raros monstruitos de la categoría del doctor Moreau".
No es tan descabellado cuando hemos visto -en simulacro-, las escenas, en los Simpson. Y, todo lo que sale en los Simpson se cumple al tiempo. Porque el responsable de esos dibujos animados, que no son tales, sino la realidad humana prolongada en el tiempo.
Seguro que la sociedad está muy contenta de no saber lo que nos han inoculado, por qué y para qué. Pero la evidencia demuestra que han llevado a término su legado bíblico, con el 666.
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