martes, 6 de agosto de 2019

tomarlo sin prisa

pero sin pausa...
Hungría fomenta la natalidad: 30.000 euros por tres hijos. Hay que negociar si llegaran más de tres a la vez. Porque de ese modo se podría hacer in vitro la fertilidad y de un año, te sacas una pasta. 
Vale que no sean tuyos. Pero la pasta sí. Aunque una estadística viene a decirnos que un 80% de los hijos que creemos nuestros..., no lo son. Por tanto no hay que poner pitos y pitones en alto y despreciar la llegada de 60.000 euros en dos años.
Lo que no entiendo es cómo la curia no ha acogido en buena lid que los curas puedan follar. Sería otra entrada extra de pasta, sin contar con el cepillo. Que de cepillar se trata.
A cualquier que se le diga (menos a un actor porno o que no sea Hollywood o puticlub de carretera), que te paguen por follar... se echaría las manos a la cabeza y llamaría loco al divulgador. Pero aquí lo tienes... al divulgador húngaro, Viktor Orbán, tirando la casa por la ventana. 
Se crearán dos nuevos puestos de trabajo: inspector de jodienda y ejercitador de jodienda. Ambos de jodienda. El inspector irá casa por casa a la hora de que el ejercitador de jodienda esté dando clase por la tele. De normal será a partir de las horas de comer, del corto de animales, y de cómo las ONG y la Iglesia, hacen de la inmigración, negocio. Han pensado que si la pedofilia en la curia se alimenta del rezo monótono, grupal y de hábito negro... sea. Se donará un maletín de auxilio por el gatillazo que podría o pudiera devenir del esfuerzo.
Como vemos está todo bien pensado y no como en España que vamos a tontas y a locas.
Este comentario ha sido introducido en un centro de jubilados y un 98% de nonagenarios se han apuntado a las listas de donantes voluntarios. ¡Qué sería España sin voluntarios donantes! 
-Todo sea por los hijos y los nietos. Han dicho a coro mientras se apuntaban en hoja parroquial-. Mediante un pequeño donativo a la parroquia.
¡Qué valor!

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