jueves, 29 de agosto de 2019

nueva colección

de Playboy…
La Yihad prepara un otoño sangriento en Europamodelo mujer para este otoño invierno. Próximamente en el Corte Inglés. 
Es un modelo de terrorista musulmán que se verá muy pronto en algunas capitales de la Unión Europea. Es un mensaje que están mandando a los medios para prepararnos para un otoño invierno caliente por posibles atentados de estos buenos hijos de Alá. ¡Cuánto mal está haciendo la religión!
Pues a estos...-lo que sean-...les encanta salir en las noticias, y haciendo el chorra. Una de sus fotos más emblemáticas, más carismática, es aquella en la que se fotografían degollando a un infiel. ¡Oh!, eso es algo asombroso. Magnífico. Y, sobre todo, cuando el cuchillo está sin filo, y el reo muere por agotamiento físico y psíquico. 
Señores
si estos son los hijos elegidos de Alá, imaginaros cómo deben estar aquellos que no han sido elegidos aún, por nadie. 
No, no, esperar,
resulta que están mejor. Tú te vas por el Amazonas y la gente que te encuentras allí y que no tiene trato con nadie (Muy pocos ya. Algunos empaladores), son fantásticos y te acogen como recién caído de la Luna. Y entonces te das cuenta de que lo peor para la raza humana es la evolución. 
La evolución trae ansia. 
Ansia de poder. 
Ansia de quitarle a otro sus pertenencias. 
Ansia de ser más grande aunque seas más descerebrado. 
Ansia de vivir rápido como si te hubieran dado un motivo extremo de abandonar el planeta por explosiones atómicas y no supieras qué meter en la maleta. ¡Jo, y ahora qué me llevo!: con los brazos en jarras y pensando...-mientras abarcas todo con la mirada-, ¿qué me va a hacer falta en el planeta de acogida?
En fin, amigos,
que sepáis que este año se están movilizando los yihadistas afincados en el planeta e intentan subir al Cielo Alauita  inmolándose al memo de Alá. Es evidente que si se inmolan al lado de un infiel el infiel les acompañe a su cielo a olerles los pies mientras se genuflexionan delante de su dios, y las huríes. 
En el cielo de estos mierdas debe haber mucho espacio por metro cuadrado para dar cobijo a estos payasos. 
¡Es lo que hay!

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