domingo, 2 de septiembre de 2018

un grupo de 15 curas

golpean a una joven argentina por pecadora. La persiguen hasta su casa e intentan entrar para seguir con la paliza. 
¡Es la gota que colma el vaso!
Es el momento de que Franc pida a sus muchachos que modifiquen su comportamiento salvo, claro está, que cierren las puertas de las iglesias y pidan perdón por todo aquello que hayan podido hacer de pecaminoso contra los feligreses jóvenes o viejos.
Los curas están desenfrenados. La lívidos les tiene completamente fuera de sí. Es hora que el Papa ponga orden en la Orden...: nunca mejor dicho.
Siempre hemos pensado que la histeria venia por la vena de los curas..., pero sabemos que el lobby gay que existe entre las monjas no es moco de pavo.
No ha mucho una monja relató su experiencia homosexual con la mandamás de la Orden. Se la cepilló nada más entrar en el convento. 
"En el convento, te lo comen entero".
Debería ser el reclamo para que las ligeritas de bragas no tuvieran ningún problema de vivienda. Y menos ganas de tirarse a los curas que van a decir misa a las beatas mamonas.
¡Qué podrido están los bajos de los curas y monjas!
No obstante deberían trabajar en Guadalajara, México, por permitir el sexo en purita calle.
Ahora, nadie, te puede increpar si te ven jodiendo, como perros, en la calle. Y no me extraña que esto llegue a pasar en todo el mundo desde la moda de ir por la calle las mujeres con esos pantalones que destapan más, que tapan.
Ya se comentó entre los hombres: a este paso la moda del año que viene es de desnudo completo. En Guadalajara lo han conseguido. ¡Viva México!

No hay comentarios: