miércoles, 26 de septiembre de 2018

La Gran Cagada

podría ser el título de una película de Almodóvar. Pero no van por ahí los tiros. El tema es que los políticos no pensaban o creían que el pueblo no sabía de sus grandes incursiones en la prostitución cuando se van de vacaciones o de giras pagadas por la administración. El caso es que nos estamos enterando por grabación a oreja del que la quiera poner de los escarceos amorosos y mamatorios con los que se regalan los jueces, juezas, ministros, ministras, presidentas, presidentes, con jóvenes unos, y niños otros. Y, ahora, nos han demostrado que no estábamos equivocados de sus andanzas por esos mundos de la pobreza y la falta de escrúpulos de sus abusadores. Ya nos lo demostró Berlusconi con sus orgías con menores y los viejos empalmados...; de ahí el Duque Empalmado. 
Jueces y fiscales terminaron con menores en Colombia.
Este sí es el titular del momento. El titular de la grabación de Villarejo: hombre siniestro donde los haya. Es impensable que un señor así haya estado en la policía. Da repelús verle con esa gorra y esos andares de rata de alcantarilla. El caso es que tenemos que darle las gracias por tener esa costumbre de grabar a todo el mundo y amenaza con una traca aún mucho mayor.
¡¡¡Pues que lleguen las fallas!!!
Ya es hora de que los impresentables políticos que se sienten dioses y los demás porquería para ellos, les demos un ajuste de cuentas y el que pueda entrar en prisión por sus fechorías, que entre. Es lamentable tener en la justicia gente que juzga a otros por los mismos actos que está cometiendo el juez en su juzgado. Está prostituyendo el lugar, como se prostituye con jovencitos.
No podemos consentir que, ante las pruebas, tengamos a los individuos organizando la judicatura. Limpieza y tentetieso. Todo aquél que disponga de conocimiento de ese acto y lo permita, es reo de lo mismo.
¡Que vergüenza de gentuza tenemos en España en las administraciones públicas! ¡Qué puteros desgraciados ir a pagar prostitución infantil allende nadie les pueda conocer! Y, sin embargo, el demonio sale en ayuda de los abusados, sacando los abusos a luz pública.
Preguntémonos..., entonces...
¿A qué va la gente a Cuba y a Colombia? A la isla cubana por su prostitución infantil -se decía-. Y, a Colombia, por la droga, la prostitución y la corrupción. 
Pero estoy más tranquilo desde que, Francisco, se persona más a menudo en el país y en la isla. Estoy seguro que el Papa se ha personado para terminar con todo eso de la droga, la prostitución y la corrupción en Colombia. ¡Qué buen Papa!, ¡qué buenos jueces!, ¡qué buena casta política! El Papa abusa de su postulado; los jueces en sus juzgados; y los políticos en sus encuentros de anuario. ¡Es seguro que si estoy aquí, es porque Dios no existe!

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