sábado, 29 de septiembre de 2018

otra para Begoña

me he venido fijando, a menudo, en el vestido que se gastó la mujer de Sánchez cuando visitaron a la familia Trump. Que es fiel obligación de la misma manera que era obligación visitar a Fidel cuando el presidente era elegido por el pueblo, fuera del lugar que fuera. La estrella Michelín del grado 33 la concedían unos dictadores de mierda. Pero, claro, estos dictadores eran mejores dictadores que el dictador Franco. Lo bueno de todo ello es que tanto los dictadores de Cuba como el español, eran habituales de la Iglesia vaticana. Esa Iglesia que les gusta los dictadores; porque forman pareja entre el padre estado mandón, dominante, y la virginal mamá iglesia. Uno aprieta y la otra se beneficia. ¡Que feliz pareja!
A lo que iba.
Begoña posa junto a Melania con esta versión del original de Josep Font para DelPozo.Si observamos el dibujo estampado que tiene el vestido, vemos que forma una reina de ajedrez. o hace referencia a Mary Poppins cuando aparece volando, de a saber Dios de qué lugar. Pero lo que sí sabemos de Mary Poppins es que, el paraguas que la hacía volar, es un signo de la masonería. Como masones aquellos que hicieron la película. Como de aquél que cantaba bajo la lluvia. Como los independentistas catalanes. Como los miembros, por desgracia, de la presidencia de gobierno español.
Lo que está pasando en España es una guerra de sectas, de logias satánicas, de poderes oscuros, (como el siniestro del caso Bar España), con ánimo de lucro, de culto y de poder. De este poder se derivan cualquier método de ocultación de fechorías y muertes varias. ¿Pues no tiene intención la izquierda de tapar la boca de los periodistas que intentan separarse del poder central? 
¡Hay que volver a poner la venda!, para seguir haciendo de su capa un sayo. Por boca de la portavoz de Sánchez.
¡¿Y viene de la izquierda?!
Desciframos, por tanto, que, 
"si los de arriba se despiezan entre ellos, ¿qué no harán al resto de la grey?".
Pues hacen lo mismo que los señores masones a sus lacayos: les defenestran hasta el punto de que nadie vuelva a pensar en ellos. Un ejemplo muy claro lo tenemos en el gobierno de Marino. 
¿Ha vuelto alguien a pensar en Rajoy y sus muchachos?
No; ¿para qué? 
Han pasado a ser muertos vivientes sin ningún carisma, y con la indecencia suficiente para que la gente los olvide aún más  rápido. Y si vuelven a aparecer... se comportan como José Borrell...: diciendo una cosa contra el independentismo y la contraria, después. Lo contradictorio es que lo dice en el mismo lugar: en Europa. 
¿Qué consigue con ello la masonería?
Que a España no la conozca ni la madre que la parió. Como bien dijo el señor Guerra. 
¿Era este un predictor para saber el embarazó de España? 
No. Era, simplemente, un mandado. Un miembro ejecutor de la logia.

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