martes, 7 de junio de 2016

que no te den gato por liebre

yo nunca he visto un demonio, pero desde que interviene tanto en las apariciones vestido de mujer... me dá mucho que pensar. En primer lugar que Luzbel era mariquita -y que me perdonen los mariquitas por adivinar de dónde procede su tendencia homosexual-; y sobre todo a aquellos que tienen en mente la división de que el mariquita nace y no se hace
En profecías y revelaciones me encuentro con que la Virgen... -que siempre se aparece a desgraciados niños o desgraciados bonachones- ...una gran cruz apareció en el cielo, vista por muchos. La Mater extendió las manos como en Fátima y el suelo se abrió, revelando una visión del infierno.diez secretos para el mundo, incluyendo la descripción de un “grave” castigo venidero. Habrá castigos más graves para la humanidad”.
La Virgen, se nos dice, aparecía descalza, con los pies en parte visibles parada en una nube densa. Su tez era luminosa, con un poco de color de rosa en las mejillas; el pelo, castaño, pero con un reflejo ligeramente rojizo, sus ojos intensamente azules y se asemejaban a zafiros. El corazón de María parecía estar incrustado, se dijo, como en un matorral, con una llama sobre él. 
aparicion de fatima
No voy a escribir más sobre  las apariciones de cruces, vírgenes o santos por aparecer. Lo que voy a dejar por evidencia de que las apariciones no son buenas ni nunca lo han sido. Todas las apariciones de la Virgen han sido para meter miedo a los pobres infelices que las han encontrado y montón de problemas por haberlo comentado. Nunca, en las mortales madres terrestres, se les ha visto la mala hostia que tiene la Madre del cielo. En varias ocasiones nos ha retado con mandar a su Hijo para castigarnos por no ser buenos o por no rezar el rosario. 
Lo del corazón entre la zarza ardiendo, se asemeja a la zarza que encuentra Moisés al subir al Sinaí. Esa zarza ardiendo que no se consumía. Y que tantos misterios ha traído y llevado. Y qué decir de la corona de espina con que coronaron al pobre chaval. Un chaval que por investigar sobre su persona y sobre el porqué, el dónde y el cuándo, se lo cargaron los mismos que hoy viven de Él. Como para que estemos días tras día oyendo idioteces de las bocas pecaminosas que lo hicieron crucificar. 
¡Cuánto se parecen la política y la religión!

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