Así somos, así nos creamos

Este es uno de los muchos pensamientos que se contradicen con la verdadera razón de ser de un Dios único y verdadero. ¿Por qué el creador de todo tiene dudas de su propia creación? Y al terner las dudas ¿no es capaz de transformar el resultado, en Su idea original? Que se puede equivocar es quizá normal (que sería imposible para un dios) pero que no tenga vuelta atrás... es sinónimo de inseguridad. Y un dios inseguro no puede crear nada bueno, ejemplo: los humanos. Estamos hechos a retazos, con fecha de crecimiento y de destrucción y por lo tanto, no podemos estar hechos a imagen y semejanza de un Ser Superior. Ante la falta de recursos poderosos envió a un muchacho a recoger las tablas donde escribir sus directrices en el futuro... y resulta que lo primero que escribe es: Me amarás sobre todas las cosas. Una imposición que suena fatal y que podría tener carácter de denuncia judicial. Y, claro está, si no me amas que sepas que he creado un infierno dirigido por un ser de Luz que te doblegará la cerviz, te dará de palos desde el alba al poniente y te meará la boca cada vez que intentes quejarte. Un demonio -nombraré- para que te joda todos los días de tu vida porque Él no tendrá descanso ni disposición de sindicato que le pueda denunciar: ¡estás jodido! No necesitas enemigos teniendo un Creador así. Y esta es la conclusión a la que puede llegar cualquier humano que tenga intención de pensar quién es, qué hace aquí, y por qué le han moldeado con taras. Su creador no ha sido un solo creador, sino la unión de varios creadores directores de campaña y cuyo resultado se lo podían haber reservado. No necesitamos más religiones ni más dueños de los humanos; nos bastamos nosotros para jodernos desde el nacimiento hasta la muerte.