viernes, 10 de junio de 2016

¿tan poco vale el ser humano

que llegamos a pensar que estamos hecho a imagen de un video juego por culpa de una civilización más adelantada que la nuestra? ¿Quieren eliminar de nuestra mente la única propiedad que nos hace seres humanos? Nuestra propiedad es la de Unidad, la Voluntad o Libre Albedrío que poseemos como gente de cuerpo y alma. Las religiones intentan idiotizarnos los suficiente para no conseguir la completa motivación que nos hace conscientes e intentan convertirnos en hologramas de aquellos Annu que supuestamente son los causantes de nuestro cuadro o videojuego, en tres dimensiones. 
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¡Cuanto mal nos está llegando del instituto Smithsoniano! por supuesto, propiedad de la masonería. En este instituto están guardados restos de civilizaciones que no quieren que se entere la gente de que existen. Sabemos que Hitler iba buscando las reliquias del tiempo de Jesús. Todos aquellos útiles que fueron o tuvieron algo que ver con las manos o el cuerpo de Jesús. La Sábana Santa, la Lanza de Longinos, los clavos que traspasaron el cuerpo de Jesús. Las dos copas o griales: una, la que utilizaron en La Última Cena, y la segunda, la que recogió la sangre de Cristo en la Cruz. También, el Arca de la Alianza, las 30 monedas de plata y el cementerio comprado con algunas de aquellas monedas. Se sabe que Judas tira las monedas al suelo y de 30 siete son distribuidas entre las familias más ilustres y ricas de aquel entonces y de ahora; y 23 son utilizadas para la compra del cementerio donde se enterró a Judas. En fin, son muchas las reliquias encontradas y adquiridas por la Iglesia como primer beneficiario y en ellas se encuentra el Arca de la Alianza con la que quieren construir -de nuevo- el Templo de Salomón. Todos sabemos que Salomón era un mago negro y que se entendía bien con bajos astrales que hacía aparecer con la ayuda del Arca. La historia del Templo de Salomón es bastante curiosa de conocer por sus medidas, sus columnas de dentro y fuera del templo, y porque el mismo servía como de caja de resonancia para abrir un portal a otras dimensiones paralelas. Posiblemente fueran en aquellos tiempos Moisés y Salomón los arquetipos de magos con capacidad de ponerse en contracto con seres de otros paralelos. Moisés los citaba en cimas de montañas y Salomón los abría las puertas hacia el interior del Templo. Por lo que tanto los individuos que aparecían sobre la montaña como dentro del Templo, estaban fuera de la visión de otras personas. Por tanto, grande sería el holograma o la Maya que perduraría durante todo este tiempo. No nos dejemos engatusar o engañar por mente de individuos que viven de introducir nuevos aspectos a nuestro estado natural de ser. Unos que somos hologramas de un video juego, otros que a través de la piedra roseta somos anunnaquis... Ustedes mismos.

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