esta conmovedora escena me lleva mentalmente a pensar mal sobre los individuos que matan los rinocerontes o elefantes por sus colmillos. Estoy convencido que el que los mata y el que los compra están a la zaga en crueldad. Sin embargo nos ponen estas escenas para catalogarnos en el comportamiento mental a la hora de absorber dicha imagen. Estoy convencido que los guarda bosques o policía que monta estas guardias o son pocos para mucho territorio, o están a verlas venir. Es decir si ellos van por una zona, nosotros vamos por otra, por si acaso. Es que van miles de animales muertos por cazadores furtivos. Es más, creo que saben quienes pueden estar detrás de estos desmanes, pero hacen oídos sordos. Hay un país que debe ser el mejor cliente para los cazadores. China, compra todo lo que sea vendible y por desgracia... los elefantes, los leones y rinocerontes, están entre los más demandados. Espero que la lágrima que sale del ojo que todo lo ve, sea lo suficientemente sincera como para que el Dios de los animales ponga fin a toda esa matanza cruel. Entre dioses anda el juego.
viernes, 24 de junio de 2016
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