Hasta aquí todo correcto hasta que empiezan a dar las noticias.
Unos nos dicen que el aparato estaba en perfectas condiciones de vuelo. Después nos dicen que las condiciones climáticas no eran las más adecuadas. Desde el suelo, testigos, nos comentan, que la aeronave había sufrido una explosión en una de sus alas.
Otros confirman que el avión había chocado contra un helicóptero, en vuelo.
Se suman quienes declaran que ciertos pasajeros eran gente de alta graduación.
Nadie sabe a ciencia cierta... y nunca se sabrá..., el brutal desenlace de la aeronave.
Rusia es uno de los países pioneros en aviones de nueva generación. Aviones enormes con autonomías en el aire y en el agua.
No llego a comprender cómo es posible que, ante este alago en la fabricación de aerolíneas, tengan tantos accidentes.
Me da la sensación que muchos de los aviones siniestrados, son viejos aviones modificados, restaurados, repuestos a usos normales sin estar en condiciones.
Sí, es verdad, que muchos me llevaréis la contraria a la hora de poner a los oficiales de vuelo y personal cualificado, en la tesitura de camicaces por cobro de seguros. Pero..., ¿qué fue la demolición de las Torres Gemelas y del edificio 7, oficinas de La CIA?
Ya se comentó que, entre los pasajeros del Malaysia Airlines, estrellado, se encontraban los tres socios del microchips para personas. Patentes que quedaron en manos del gobierno americano.
No voy a seguir insultando a todos aquellos que juegan con nuestras vidas. Ellos poseen aviones sin ningún contratiempo, a excepción de Mariano, que casi se descalabra en un helicóptero.
A fecha de hoy nos están diciendo el posible boicot al helicóptero responsable de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente. ¿Por qué? ¡Ah!, ahí el tic de la cuestión.
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