(a parte de la niña que ha tenido que denunciar a la clínica por dejarle un pecho cuadrado)
...como el patriarca de la iglesia lusa D. Manuel Clemente, cardenal de Lisboa, que, ante la avalancha de divorcios (7 de cada 10) se ha visto en la obligación -según él-, de aconsejar a los nuevos contrayentes se abstengan de relaciones sexuales. Es decir, pasáis por la curia para meteros en urnas de cristal y desde allí, miraros sin tocaros. Como la primera no le ha ido bien... ha salido con una más contundente: los sacerdotes homosexuales no formar parte de la Iglesia.
¡hombre...
aplaudo esa máxima y diría más: si esto se llevara a cabo la mitad de la curia iría a tomar por el culo!, con perdón.
-Cada vez que uno de los cucaracha abre la boca... -en el Cielo se santiguan los ángeles. Y esto sucede por que, a la Iglesia, siempre le ha ido el poder temporal. Sabemos que son humanos pero... entre el poder temporal, el infierno y el Cielo, este queda en tercer lugar.
D. Manuel debe de ser de la misma estirpe de Cardenal que nuestro D. Antonio Cañizares. Se le nota en la grandiosidad de sus mensajes. -Cuando D. Antonio vino a Valencia se hizo la arrogancia de ponerse una cola como si de una virgen se tratara. D. Manuel usa las obleas de tamaño pequeño, -entre misa y misa-; las grandes son como ruedas de carro y sirven para rellenar en la comida, a modo de pizza. En cada liturgia se zampa medio cuerpo de Cristo. ¡No quiero saber hasta donde llega el nivel de la sangre, en el copón!
Tenemos a los políticos y religiosos al mismo nivel de decadencia intelectual. Estoy esperando que las ceremonias religiosas las dirijan robots. ¿Comerán un trozo de lata y beberán aceite para motor?
¡deseandito...!
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