delante la vista salta.
Resulta que van a alojar a todos aquellos pavos que hayan venido de donde sea, en viviendas de patada en la puerta. Da igual que sean quienes sean siempre y cuando, justifiquen que no tienen para pagar ni trabajo que los sustente (para ellos será fácil). Así, como estos señores/ras, hay un montón de gente joven viviendo con los padres porque no tienen a dónde poner el huevo. Ahora resulta que los de fuera, y digo los de fuera, vienen a conquistar nuestros edificios a base de violencia y pocas ganas de cooperar con los gastos que origina la comunidad, ni la convivencia de ruidos y demás descalabros. Su sistema consiste... después de haber tumbado la puerta, la de acomodarse y producir el mayor número de ruidos capaces de acabar con la paciencia de todo ser viviente que ocupe los/las demás viviendas. Si te quejas, te someten a un continuo seguimiento de agresiones físicas y verbales, y se enganchan al agua y a la luz por todo el morro. Esto es muy típico de los sudamericanos allegados a la vieja patria. A la abuela patria.
Pues estoy por dejar de pagar también los gastos de mi vivienda con el fin de que la alcaldesa de Madrid me transfiera los mismos gastos que me niegue a pagar. Es evidente que nos han convertido en los dioses del Olimpo con la capacidad de dar cobijo a todo hijo de puta que arrive a nuestras costas.
Estoy pensando que aquellos que dan cobijo no deben darlo sin contar con el pueblo. Sino que deben recogerlos y adormecerlos bajo sus propios domicilios. Al parecer, los alcaldes tienen muchos haberes y pueden acogerlos sin prejuicio de los demás ciudadanos.
Es evidente, que tenemos la flor y nata de la política mundial. Nunca pensé que ibámos a competir en desfachatez con Argentina, Venezuela y cualquie otro municipio de los alrededores. Pero era evidente que fuera así... porque todo el dinero que se ha evaporado ha ido a parar a las arcas de esos países. Todos nuestros políticos, junto a los nazis, están en la patagonia Argentina.
¡Así cualquiera!
Y, mientras, estamos en espera de acometer el mayor descalabro de la historia de la política mundial que está sucediendo en España. Los partidos se juegan el territorio español a los dados, y sin presidente desde casi un año. ¡Con un par! Y, con un par, los españoles miramos atónitos como si aquello en lo que nos están metiendo no fuera con nosotros. Cuando vengan las cuentas de este desbarajuste político, entonces nos daremos cuenta de por dónde van los tiros. Ya lo ha dicho Rajoy, que todos estos gastos irían a nuestras espaldas. Se pagarían con nuestros sudores. Cuando el pueblo debería someterles a un sumarísimo juicio de valores y desterrarlos fuera del país por "traidores a la patria".
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