Con una apertura de 500 metros, el gigantesco telescopio FAST cuenta con más de 4.000 paneles receptores de señales espaciales.
Y yo me pregunto ¿para qué, si ya los extraterrestres viven entre nosotros y han conseguido comprar la deuda pública del planeta? Nos vemos trabajando de esclavos para los grises, a la vez que éstos surcan los cielos con las guarras terrícolas. ¿Las reclutarán en puticlub espaciales entre la Tierra y la Luna y entre Marte? Es muy posible que no sea tan descabellado pensar que tanto gay, tanta lesbiana, tanta guarrilla, hayan salido de la salida mente de esos descerebrados hombres de gris. Y bajarán como aquellos ángeles caídos a copular con las mujeres terrestres y a engendrar gigantes y a cincelar las paredes con otros realces y a erigirse reyes o faraones. Una vuelta a empezar con estos memos de la saga de los enfermos del tabaquismo. Porque no son grises por que sí. Son grises de fumar petas y habanos cubanos. Los habanos que le gustan al gay Mariano Rajoy.
Y es que, en China, los chinos son pequeñitos, pero les gusta las cosas grandes: el telescopio más grande del mundo, la muralla más grande del mundo, los ojos más rasgados del mundo, los copiadores más grandes del mundo, los más trabajadores del mundo que para hacer huelga... producen el doble. Los más de lo más.
En fin, nos enteraremos con el tiempo para qué carajo han fabricado semejante artilugio en aquellos parajes, fuera de la influencia humana. A no ser que quieran jugar con los marcianos a juegos de guerra y necesiten semejante armatoste para recibir ipso facto las imágenes en 3D. Imagino que los establecidos en Marte estarán todo el día yendo y viniendo por la superficie marciana buscando el ojo que les enviaron los americanos. Debe ser un aburrimiento estar en un planeta completamente devastado. Seremos todo oídos. Y es que allí donde Dios construye una catedral, el diablo construye una capilla.
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