viernes, 30 de septiembre de 2016

ayer toqué este parte de este tema

Es sumamente importe meternos de lleno y rellenar cuantos espacios sean disponibles a la lucha contra esta ingeniera social. Es imprescindible nos mentalicemos a que esta tendencia diabólica a la que quieren meter a la sociedad... no es nada normal. Y, menos, cuando hay una voluntad detrás, una intención clara de llegar a conseguir lo que quieren, cueste lo que cueste en tiempo y dinero. Uróboro  que se auto alimenta de los beneficios que consigue esta cruenta realidad homosexual. Destruir al individuo por dentro es un mecanismo que ya practicaron en Auschwitz los médicos y psicólogos de la época. Una forma de desnaturalizar, desumanizar al individuo para convertirlo en un reo o borrego sin alma. De esta forma no hará falta guardianes en el corral, porque no habrá voluntad individual de tomar impulsos para escapar o revelarse. ¿Por qué 6.000.000 de individuos murieron sin tomar represalias contra sus carceleros, cuando éstos (carceleros), eran menos que los reclusos. ¿El miedo? No. No porque sabes que tu muerte puede ser tu libertad. ¿Qué les impedía lanzarse contra los nazis en un deseo de lucha y al amparo del grupo mayoritario: los presos? Simplemente estaban siendo manipulados mentalmente, sicológicamente, desde dentro de los barracones y desde fuera de ellos. Ahora, el mundo se ha convertido en un campo de concentración, donde recibimos vía comunicación visual y escrita aquello que les interesa meternos en la psique para desconectarnos de nosotros mismos. Y lo están consiguiendo, desde edades muy tempranas. ¿Qué puede saber un niño pequeño sobre su sexualidad, si no hay un mayor que le introduce en ello? De aquí que los maestros del abuso y la desinformación fuera un medio de sexualidad de los integrantes de la Iglesia. No obstante de que los tiempos han cambiado y de que la Santa Inquisición se ocupaba de matar a todos aquellos que practicaban sexo catalogado por ellos como satánico, fuean los maestros practicantes más asiduos y continuos en sus prácticas. Y, nadie, ha sido capaz de arrasar los lugares católicos o religiosos y religiosas que han llevado a término esos abusos de poder. Siguen vivos los nazis como los dominicos inquisitoriales.

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