miércoles, 21 de septiembre de 2016

hay que ser bueno y gilipollas

parusiacuando uno ve estas pinturas está deseando morir para experimentar semejante Juicio Final. Una concatenación de alegrías y sufrimientos al que estás propenso a padecer, por Aquél que te creó. Y del Juicio Final es de donde la Madre Teresa de Calcuta eligió el dolor de los enfermos como rendición o preparación ante la muerte y el Señor. Por eso decía a los enfermos que para subir al Cielo había que sufrir en la Tierra. Y por eso, no les amparaba en el dolor, sino que les dejaba el sufrimiento en vida. Imagino que la Madre Teresa debe estar viviendo gloriosamente los padecimientos que no ha redimido en los cuerpos de los enfermos. Ha sido, para el Cielo, toda una agente secreta, y disfrutadora del dolor ajeno. El caso es, que los elegidos ya están elegidos y son 144.000; y que la venida de Jesús está predicha para el 2033. Ya va quedando poco para aquellos que ya han sido elegidos. Para el resto de mortales les va a dar igual que Jesús venga como si no; si ya han sido elegidos los elegidos, ¿para qué van a esperar Su venida? Es semejante al pueblo elegido. Si el pueblo fue elegido por Dios como pueblo propio..., ¿para qué vamos a estar dando la vara el resto de los mortales? ¡Con su pan se lo coman! Es muy posible que muchos no confiesen ni con el Cielo ni con la Tierra o Infierno. Por lo que serán vomitados por el ángel del Apocalipsis. ¿Dónde será vomitado? Ahí, me pilláis. No lo sé. Porque algo quedará del vómito, digo yo.
Durante 3 días la tierra descansará, en un profundo sueño, 72 horas a la espera de un nuevo sol. Éste es el tiempo de la profecía más recurrente entre los seres humanos.
En su casa, cierre puertas y ventanas y no hable con nadie que no esté en su casa. No mire para fuera, no sea curioso, porque ésta es la ira del SEÑOR. Encienda velas benditas, porque por tres días ninguna otra luz se encenderá. El movimiento de la Tierra será tan violento que moverá su eje de (23° a 20°); después ella regresará a su posición normal. Entonces una inseguridad absoluta y total cubrirá la Tierra entera. Todo espíritu maligno andará suelto, haciendo mucho mal a las almas que no quisieron escuchar este mensaje de advertencia y para aquellos que no se quisieron arrepentir.
¿A que acojona? Con estas y otras profecías que no voy a poner, no hace falta que venga ningun cataclismo más. Con las profecías de las religiosas y religiosos no hace falta más que esperar lo peor de lo peor. Y, lo mejor, es que llevan 20.000 años diciendo lo mismo. Debe de haber alguien que le disguste que en la Tierra no pase nada catastrófico. Las profecías se diluyen en el tiempo y al mismo tiene que salir alguien que introduzca nuevas forma de joder la marrana a todo bicho viviente. ¡Algun día acertarán, para su regocijo! Aquél día dirán: ya lo decíamos. Sí, coño, pero con 2000 años de diferencia. En fin, amigos, lo mejor es llevar la vida como coño nos dejen y no pensar en nada que no tengamos a mano. Los agoreros los ha habido siempre y los seguirán habiendo. 

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