Los funcionarios del Pentágono
no quieren que el ejército de Estados Unidos pierda su ventaja en
comparación con competidores como China y están dispuestos a explorar
cualquier opción que les permita mantener su preponderancia, incluyendo
algo parecido al Skynet de la película Terminator.
El Departamento de Defensa (DoD)
anticipa el nacimiento de una nueva era de guerra automatizada para
dentro de tan sólo 15 años. Para entonces, las guerras podrían ser
combatidas completamente mediante el uso de sistemas robóticos
inteligentes armados con armamento avanzado.
La semana pasada, el (hasta hace poco) secretario de defensa estadounidense Chuck Hagel anunció la “Iniciativa de Innovación en Defensa”, un plan para desarrollar avances de tecnología punta “en los próximos tres a cinco años y aún más allá”, con el fin de mantener a los Estados Unidos como líder a nivel militar mundial.
Las áreas a ser cubiertas por este
programa del Departamento de Defensa incluyen la robótica, los sistemas
autónomos, la miniaturización, Big Data y la manufactura avanzada,
incluida la impresión 3D.
Para saber hasta qué punto puede llegar
la iniciativa de Hagel, debemos ver los datos revelados por un estudio
financiado por el Pentágono y que fue publicado discretamente a mediados
de septiembre por el (NDU) Centro de Tecnología y de Seguridad Nacional
de la Universidad Nacional de Defensa, que forma parte del Departamento
de Defensa, en Washington DC.
El documento de 72 páginas arroja luz
sobre las implicaciones de largo alcance del plan del Pentágono de
monopolizar los inminentes avances en el campo de la biotecnología, la
robótica y la inteligencia artificial, la informática, la nanotecnología
y la energía.
Los autores del estudio del NDU son el Dr. James Kadtke y el Dr. Linton Wells, asesores del Pentágono.
Una área clave del estudio de Wells y
Kadtke se centra en mejorar la capacidad del Pentágono a la hora de
utilizar la información privada de los ciudadanos obtenida a través de
datos procedentes de Facebook, Twitter, LinkedIn o Flickr, por poner
algunos ejemplos.
Su estudio sostiene que el Departamento de Defensa puede aprovechar “la
recopilación de datos a gran escala a través del seguimiento de
individuos y poblaciones que usan sensores, dispositivos portátiles y el
Internet de las cosas, que juntos proporcionarán la capacidad de
detección de actividades diversas y análisis predictivo”
Kadtke y Wells quieren que el ejército
de Estados Unidos aproveche la creciente interconexión de las personas y
los dispositivos a través de la nueva ‘Internet de las cosas’ así como
el uso de “sistemas integrados” en los automóviles, las fábricas, la
infraestructura, los electrodomésticos y los hogares, las mascotas, y
potencialmente , dentro de los propios seres humanos.
Debido a la llegada de la conocida como
“nube robótica”, la línea entre la robótica convencional y los
dispositivos cotidianos inteligentes será cada vez más borrosa.
La “Nube Robótica”, un
término acuñado por el nuevo jefe de robótica de Google, James Kuffner,
permite que robots individuales aumenten sus capacidades mediante la
conexión a través de Internet para compartir recursos en línea y
colaborar con otras máquinas.
En 2030, casi todos los aspectos de la sociedad mundial podrían llegar a estar, según sus palabras, “instrumentalizados,
interconectados y potencialmente disponibles para el control a través
de Internet, en una jerarquía de sistemas ciber-físicos”
Sin embargo, la aplicación militar más
directa de este tipo de tecnologías, según el estudio del Pentágono,
estará en el campo del Control de Comunicaciones y de las técnicas de
Reconocimiento y vigilancia, que serán conducidas por organizaciones de
primer nivel mundial como la NSA.
ROBOTS ASESINOS INTELIGENTES EN LA NUBE
En este contexto de manejo de grandes
cantidades de datos y de robótica en la nube, Kadtke y Wells preveen que
a medida que los sistemas robóticos no tripulados se vuelvan más
inteligentes, la fabricación barata de “ejércitos de Robots Asesinos que puedan librar guerras autónomas” pronto será una realidad.
Los robots también podrán incorporarse a la vida civil para llevar a cabo tareas de “vigilancia, monitoreo de infraestructura, telepresencia policial y aplicaciones de seguridad nacional”
¿SKYNET PARA LA DÉCADA DE 2020?
Tal vez el aspecto más inquietante del
estudio del NDU radica en el desarrollo de la Inteligencia Artificial
(IA) de cara a la próxima década.
La Inteligencia Artificial debe ser
capaz de simular una amplia gama de aspectos de la cognición humana,
incluyendo características como la conciencia, la sensibilidad, la
sapiencia, o la conciencia de uno mismo. Algo que según Kadtke y Wells,
se puede lograr en algún momento de la década de 2020.
El estudio del NDU dice que los avances
de IA podrían incluso permitir la automatización de las funciones
militares de alto nivel como “resolución de problemas”, “desarrollo de estrategias” o “planificación operacional”
Algo muy parecido al sistema Skynet
descrito en la película Terminator, que tomaba conciencia de sí mismo y
decidía exterminar a la especie humana.
Según el documento: “A largo plazo, soldados robóticos podrán ser desarrollados y desplegados, sobre todo por parte de los países más ricos”
La única objeción o preocupación mostrada de forma oblicua en el estudio la hallamos en la siguiente frase: “Uno
de los aspectos negativos de estas tendencias, sin embargo, radica en
los posibles riesgos debidos a vulnerabilidades imprevistas que puedan
surgir de la implementación a gran escala de sistemas automatizados
inteligentes, para las que hay poca experiencia práctica”
Algunos personajes destacados en el
mundo del desarrollo tecnológico, como el multimillonario emprendedor
Elon Musk ya han mostrado su profunda inquietud al respecto, advirtiendo
de que “algo peligroso está creciendo en el campo de la Inteligencia Artificial y en cinco años podríamos estar ante ello”
PERSONAS MEJORADAS GENÉTICAMENTE Y ARMAS LÁSER
Por si todo esto fuera poco inquietante,
Kadtke y Wells también plantean el desarrollo significativo de otro
tipo de tecnologías. Por ejemplo, señalan el desarrollo de Armas de
Energía Dirigida tipo rayos láser que ya están en vías de ensayo.
Este mes de agosto, el USS Ponce
desplegó un láser operativo, algo que se ha conocido estos últimos días.
Los autores predicen que “será una tecnología militar
determinante, debido a que permite reducir casi a cero el tiempo de
vuelo del arma y dispone de alta precisión”
El Pentágono planea desplegar ampliamente este tipo de armas bordo de los buques en unos pocos años.
El Pentágono también pretende
desarrollar tecnologías que permitan ‘actualizar’ el físico humano,
psicológico y cognitivo. Eso implica una variedad de campos relevantes,
que incluyen “medicina genética personalizada, regeneración de
los tejidos y órganos a través de células madre, implantes corporales
tales como chips de computadora y dispositivos de comunicación, prótesis
robóticas, interfaces directas cerebro-máquina, y en definitiva todo
tipo de mecanismos de comunicación directa entre cerebro y máquina”
Otra área que está experimentando
grandes avances es la biología sintética. Los científicos han creado
recientemente células con ADN compuesto de aminoácidos no naturales,
abriendo la puerta a crear nuevas formas de vida de diseño, algo que el
informe del Pentágono abraza con entusiasmo, pues permitiría diseñar
organismos con “propiedades especializadas y exóticas”
Citando investigaciones actuales del Ejército de Estados Unidos sobre órganos electro-mecánicos Kadtke y Wells pronostican que: “se
podrán construir pulmones artificiales fiables, implantes para oídos y
ojos y músculos que estarán disponibles comercialmente dentro de 5 a 10
años”
Los autores destacan también las
demostraciones exitosas de implantación de memorias de silicio y
procesadores en el cerebro, así como “dispositivos controlados directamente con el pensamiento”
En conjunto, todas estas “revoluciones
científicas” contenidas en el informe del NDU, otorgarían al
Departamento de Defensa de EEUU capacidades de control sobre la
población que les otorgarían un poder totalitario.
Algo con lo que sueñan los militares del
Pentágono, el gobierno de EEUU y sus colaboradores indispensables del
mundo científico, repartidos por Universidades, Grandes Empresas
Tecnológicas (como Google o Microsoft) y laboratorios diversos.
Ésta es la pesadilla que desean para todos nosotros…¿Les permitiremos que cumplan su sueño?
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