martes, 4 de noviembre de 2014

lo que siempre se ocultó de Cuba

FIDEL CASTRO - PERFIL DE UN JESUITA CLANDESTINO, Agente de la CIA, de la ORDEN DE MALTA y el modelo cubano como un exitoso experimento del NUEVO ORDEN MUNDIAL COMUNISTA.(“El gobernante cubano Fidel Castro y el Príncipe y Gran Maestro de la Soberana Orden de Malta, Fra Andrew Bertie, iniciaron en La Habana conversaciones oficiales.En esas conversaciones, ambas partes pasarán revista a las relaciones bilaterales establecidas a nivel diplomático desde el 29 de junio de 1959, según indicaron fuentes oficiales”, narraba el 17 de noviembre de 1998 El Nuevo Herald) Conservadores estadounidenses e izquierdistas latinoamericanos comparten la ilusión común de que Fidel Castro es un "agente soviético", que es un títere de Rusia para llevar a cabo la licitación del "comunismo internacional" en América Latina y el resto del Tercer Mundo. El secretario de Estado Alexander Haig EE.UU. es aficionado a la promoción de ese mito al denunciar Castro como un "representante de Rusia" en cada vuelta. Y al propio Castro le gusta contribuir a la ilusión.
Pero el quid de la cuestión, como Haig sabe perfectamente, es que Fidel Castro es un bien cultivado a largo plazo de la Compañía de Jesús, los jesuitas, quienes han empujado con éxito profundamente en el campo soviético.
Castro fue educado por los jesuitas. Fue seleccionado por ellos para continuar su carrera en la política. Su revolución de 1959 fue financiada y apoyada por los jesuitas y sus aliados. A mediados de la década de 1960, el régimen cubano sigue la política de los jesuitas de la promoción de las "guerras de liberación nacional" en el Tercer Mundo. A principios del decenio de 1970 Castro estableció una alianza estratégica con la Compañía de Jesús al unirse al gobierno de Allende en Chile para pedir un "diálogo cristiano-marxista." Y reafirmó recientemente en una reunión del Partido Comunista de Cuba que la alianza de 1980 ayudó a desencadenar la actual desestabilización de América Central liderada por jesuitas.
Castro tiene en ocasiones alguna influencia de los nacionalistas mexicanos y de las facciones a favor del desarrollo dentro de las políticas de la Unión Soviética, adoptados hostiles a la perspectiva de crecimiento cero de los jesuitas. Este fue el caso de su discurso en la Conferencia de agosto de 1979, "No Alineados de La Habana", en la que apoya una solución negociada entre el Norte y el Sur a la devastación económica del Tercer Mundo. Y por lo general ha sido el caso de las políticas económicas nacionales que han favorecido el crecimiento industrial de Cuba. Pero a fin de cuentas, y enfáticamente hoy, Castro sigue siendo el instrumento controlado por los Jesuitas para el que fue moldeado. Todo parecido a lo que ha ocurrido en España desde la transición. Todo un poder político español al servicio de la Iglesia. Tambien en España han habido y sigue habiendo traidores a la misma y no se les pide explicaciones porque el Padrino es el Papa negro de la historia. ¡Así nos va!

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