son los que gobiernan los actos -mandados-, que realizan los policías. En el cartel podemos ver representado un sol saliendo sobre las iniciales del sindicato policial. Por tanto nos dice que ese sol es la masonería que gobierna, dirige y rige los designios de los engañados policías que el 22M se encontraron con la horma de su zapato cuando, en frente de ellos, no se encontraron viejecito y viejecitas, bebes y sus mamás, para poderlas aporrear. Se encontraron con gente cabreada, como los policías se encuentran con sus superiores que no supieron corregir errores del pasado, y que ahora se han vuelto contra sus asientos, escaños o lo que coño se sienten sus culitos.
Deberían empezar por ponerse otro tipo de vestimenta que en las huelgas les haga más molones y ligones ante la figura mujeril que suele ocupar puesto y ganas de lucha por sus derechos sociales, policiales, y dinerarios. Y es posible que empiecen a pensar que si ellos van tapados y armados contra la población, es muy posible que ésta, la población, también lleve un día un atuendo parecido en las manifestaciones y sea más equitativo el encontronazo con los masones policícacos.
Iros preparando, que el que avisa no es traidor, dice la dirección bocal de todos los hartos y tontos ciudadanos.
Me sorprende enormemente que los policías, ciudadanos también, no vean en la calidad de vida en que les están sometiendo sus diplomáticos. ¡Desde luego que no hay más tonto que el que no quiere ver!
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