y menos incriminatorios, son aquellos que se derivan una vez en que la Organización Mundial de la Salud (OMS), toma cartas en el asunto. Es decir, es como si después de que denuncien la propagación de una enfermedad, fueran ellos los que la implantaran.
Debemos tener cuidadado porque nos están alarmando con que la hepatitis C (se contagiada a través de las geringillas mal utilizadas, aparatos médicos mal esterilizados, o por transfusiones de sangre contagiada) está tomando proporciones escandalosas. No hay tratamiento y el que hay, no está al alcance de la mano de muchos milles -por no decir millones- de habitantes terrestres.
También nos vienen anunciando las dimensiones alarmantes con la que se está extendiendo el ébola por África, aconsejando a viajeros no visitar poblaciones africanas por posible contagio.
Sin embargo, las pateras siguen cruzando el estrecho de Gibraltar con total impunidad, al igual que acuden a Italia ingentes cantidades de personas que no sabemos si están víricamente contagiadas.
Hasta aquí parece que queda la respondabilidad del Organismo Mundial de la Salud, en descubrir la pandemia y que cada cual haga de su capa un sayo.
Tambien es verdad, que ante las insistentes denuncias de los países de entrada a la Unión Europea, ésta, se haya visto reforzada o forzada a echar mano del ébola para retener la masiva llegada de africanos a nuestros países. Tal vez, ante el miedo de pandemia incontrolada, se puedan cerrar fronteras, las mismas que llevan tantos muertos, heridos, y harteras varias.
No obstante, un santón africano Credo Mutwa, etnia Zulú,se pregunta por qué los blancos la han tomado con ellos. Por qué intentan aniquilarles cuando ellos aborrecen la guerra y todo lo que suene a violencia. Es más- dice, -nuestro sistema político es matriarcal, y ninguna quiere perder a sus descendientes.
¿Por qué nos utilizáis como conejillos con enfermedades sacadas de laboratorio? África no se merece este castigo mundial.
No obstante, un santón africano Credo Mutwa, etnia Zulú,se pregunta por qué los blancos la han tomado con ellos. Por qué intentan aniquilarles cuando ellos aborrecen la guerra y todo lo que suene a violencia. Es más- dice, -nuestro sistema político es matriarcal, y ninguna quiere perder a sus descendientes.
¿Por qué nos utilizáis como conejillos con enfermedades sacadas de laboratorio? África no se merece este castigo mundial.
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