Los pelos se nos pusieron como escarpias al ver aquellos uniformados tomar, a golpe de pistola, el Congreso y los otros tirándose bajo los bancos; y los tanques por las calles, plazas y carreteras, como peli americana. A mí, personalmente, me pareció que había gente desde dentro que sabía lo del golpe; que no sólo era una cuestión entre los militares y el Rey, sino que había más gente que sabía del golpe y la escenografía que había detrás. Milans del Bosch se enfrentó a Tejero, porque estaba enterado, pero el forcejeo tuvo las consecuencias que tuvo: ninguna.
Cito:
“Unos militares quisieron establecer un Gobierno de salvación nacional” y
cómo posteriormente “el Borbonazo los traicionó utilizando al general
monárquico Armada para querer imponer un gobierno de concentración
nacional, que no coincidía con el deseo de los militares”. “Fue entonces
cuando Tejero dio el contragolpe al no dejarles tomar posesión. La idea del Gobierno de salvación nacional, surgió del mismo Tejero y esta
idea la hicieron inmediatamente suya los generales Milans del Bosch y
Armada. El Rey la aprovechó porque quería ponerse los galones como
salvador de la democracia, ya que la Monarquía estaba muy deteriorada. Tejero
fue el que salvó el golpe porque el golpe venía del Rey”. Más tarde sería la propia Reina la que diría a los militares que el Rey les había traicionado. Otro que se abstuvo de la idea de gobierno de concentración, fue Adolfo Suarez, que sería destituído de su cargo y del partido UCD.
Toda una argucia con un buen reparto de actores, a modo de peli de la sexta tv.
El último dato, por lo menos para mí, son los 200 millones de pesetas que el Rey ofreció a Tejero para que dejara terminar el golpe conforme a guión. No obstante, el resultado fue positivo para el Monarca que, a día de hoy, está impuesto en la Zarzuela.
El último dato, por lo menos para mí, son los 200 millones de pesetas que el Rey ofreció a Tejero para que dejara terminar el golpe conforme a guión. No obstante, el resultado fue positivo para el Monarca que, a día de hoy, está impuesto en la Zarzuela.
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