que diría uno de la sierra, del pueblo.
Ahora resulta que la mujer del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha necesitado de una clínica abortiva , en Madrid, al igual que la princesa asturiana. Ésta abortó antes de casarse con Felipe, y Elvira Fernandez abortó a los seis meses de gestación, antes de casarse con Mariano. Manda huevos.
Y es que al parecer, dicen las malas lenguas, que el pardillo de Rajoy ha hecho de las suyas en cuanto a la vida sexual se refiere. El Corto, ha hecho tanto al pescao como a la carne. Y hay fotografías, inéditas, que si salieran podríamos tener juerga para mucho tiempo. No me veo al estropeao, en medias ni de tanga rojo. Sin embargo, al parecer, sí suele ponérselas para sus amorios secretos. ¿Lo sabrá sus mujer? ¿Será partidaria de esos escarceos cuando va de viaje a otros países, sobre todo sudamericanos? A Rajoy le ha venido Dios o el Demonio a ver, cuando le hicimos presidente. Era y es el modo más adecuado y secreto de llevarse a los jovencitos al catre, sin que nadie le pueda toser.
Ay, joder joder. Esta panda de hijos de la gran chingada, nos están mintiendo a los españoles con sus leyes de mierda, cuando ellos bien se apropian el derecho de hacer aquello que al pueblo niegan. No obstante las miraditas lo dicen todo y no me extraña que estos dos hayan estado juntos en algún momento de su existencia. Y no expresamente en política. Ay, ay, los escarceos amorosos cuantos quebraderos de cabeza y obligaciones nos dan. ¿Verdad Rajoy? Por ellos hay que satisfacer tantas demandas, que nos impiden cumplir con la obligación hacia la ciudadanía. ¡Menudos mendrugos!
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