no me puedo creer

que de un tema tan macabro, tan espantoso, tan incriminatorio, haya periodistas de investigación que estén de acuerdo de los sucesos acaecidos en el Bar España conforme a las pruebas obtenidas y otros, nieguen la mayor. Aún, a costa, de las declaraciones de los propios niños abusados. A mí que se me explique. Si todo esto es una trola, una mentira urdida contra los 42 encausados en la Tribuna de España, es digno de que Josele padezca la fuera o el poder reunido en la justicia. Pero si la trama, el caso, es verdad, deben ser causa de denuncia aquellos que lo niegan por que sí. Y nunca, hay un porque sí. Habría un partidismo en la investigación, den pro o en contra. Partidismo. Yo no conozco a ninguno de los acusados por la Tribuna pero considero de obligado cumplimiento que la ciudadanía deba tener voz y parte en un caso tan nefasto y criminal como nos lo han presentado. Tan criminal sería si fuera mentira, como lo seria si fuera verdad. Me sobrecoge la personalidad de este muchacho que parece conocer los hechos como los relata. No le veo capacitado para apropiarse de un papel, de un guion, como si de una peli se tratara. Lo que me cuesta un montón es que a un periodista se le detenga por denunciar lo que por derecho nos concede la Ley cuando tenemos nociones o conocimiento de un delito. ¿Dónde queda la presunción de inocencia del periodista? Sería fácil deducir que la justicia ha encontrado a Josele cómplice contra los personajes a los que ha encumbrado en la denuncia por criminales y pedófilos y asesinos. 

Espero que Josele no se ahorque en la cárcel con los cordones de los zapatos o con el cinturón de varios metros de largo. También me lo he preguntado siempre cómo se puede ahorcar uno en custodia policial.

Entre los que sí y los que no, nos encontramos los ciudadanos que nos habíamos formado una idea de los resultados con los conocimientos adquiridos. Si todo es absurdo nos deben despejar la mente de medias verdades, de medias mentiras, con los resultados de la investigación policial contra quien sea. Pero la verdad en su vertiente más neutral o más cruda.

Ruego al demonio, dado que estamos viviendo en su planeta, ponga los puntos sobre las íes y nos alumbre hacia la verdad del caso.