cuanto más miro los vídeos de investidura, más me percato que el único que defendió la postura de Sánchez fue VOX. Suena curioso... pero si le echáis un vistazo comprobaréis que hablo en justicia.
Abascal se enfrenta a Iglesias, Rufián y Bildu, para avisarles de que nunca harán campaña ni migas con el candidato o marioneta que pongan las formaciones representadas por los nombrados: Bildu, ERC, y Podemos.
Creo que le está indicando a Sánchez que si se acerca a las formaciones de Ciudadanos, PP y VOX, otro gallo le cantaría. (Ojo, cuando hablamos de gallos... estamos hablamos de los templarios de la Orden de Cristo; y del gallo que cantó cuando Pedro negó tres veces a Jesús) Pero esto es otro cantar.
Abascal ha liberado de presión a Sánchez. Pero lo ha liberado en el momento de la investidura y para los días que han venir. Sánchez debe ser inteligente, como lo ha sido no cayendo en la trampa de Iglesias, y dejarse querer por los que considera que forman (ya lo comentaron) la otra parte de la moneda. Es verdad. Es verdad que desde la composición PPSOE: los dos se han ido dando la mano en cada tropiezo en el camino. Cuando uno ha gobernado, el otro no le ha trampeado. Le ha ido empujando poco a poco y levantándolo cuando ha picado rodilla en tierra... Están hermanados desde la doble cara de la moneda que pidió el Mesías: "dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios". El bicéfalo. Jano: los dos templarios. Toda nuestra cultura milenaria para seguir siempre los mismos pasos y las mismas costumbres de aquellos que nos antepusieron. Y, creo que, como diluvianos, debemos romper las cadenas escritas que envuelven nuestra mente y cuerpo. Esas cadenas que no son ficticias, sino tan reales como la hipnosis que obnubila toda nuestra conciencia de ser. No sabemos quienes somos, porque nos han creado nuestro mundo y nosotros, simplemente, nos paseamos por él. Solo se rompen las cadenas cuando dejamos de flagelarnos con buenos pensamientos y una sola rutina. El buenismo no es bueno e impide que andemos por nosotros mismos. Hay que romper el manismo impuesto, que no sirve para nada. Para ello hay que terminar con Dios y con el Diablo, a partes iguales. Y cagarte en tus fallos en vez de cagarte en Dios o en su Madre. Porque cargarte en Dios o en su Madre, te haces reo de tu propia ideología, seas creyente o no. Hay que romper con el voto. Hay que terminar con aquellos que se sienten superiores a los demás y abusan de nuestros hijos. Hay que terminar con aquellos que nos dan limosna para vivir, hay que terminar... ¿Quién cojones se creen ellos para encerrarse en un lugar y determinar qué van a hacer con nosotros: el pueblo. El verdadero poder de la masa? Pero... ¿Quiénes se creen que son?
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