que los hijos de yihadistas (12.400 menas), afincados en Barcelona comiendo de caliente gracias a las donaciones o partidas (38 millones de euros, gracias a Sánchez y al gobierno catalán) que se les concede por salir con bandera separatistas... se levantaran contra quien les da de comer; los catalanes, ahora, se están dando cuenta que son una lacra para todos los vecinos de ciudades y barrios donde este tipo de gente se acomoda e intenta gobernar. Hasta tienen sus propios policías en barrios que da miedo entrar. Esto es bueno para ellos porque consolidan su misión de apoderarse poco a poco de los barrios cansando a las gentes españolas que los habitan y que no aguantan sus insultos y sus agresiones, continuamente. Menas magrebíes que deberían ser deportados junto a los imanes que Suecia está lanzando al mar camino de... alguna parte. Seguro que terminarán en España dando por el culo a diestro y siniestro. Pero que sepamos que hay quien ha puesto tope a ciertos individuos que no saben comportarse como gente normal o acatar las normas de conducta del país de acogida. Todos estos guarros del carajo deben ser embarcados en los navíos del amor, de las ONG buenistas, y dejarles en aguas internacionales... señalándoles el camino o ruta hacia su país. Marcarles con el número de la Bestia, el 666, y no permitirles la entrada nunca más. Estos son los perros que utiliza Soros, amigo de Sánchez, para desestabilizar el orden constitucional en las calles de las ciudades y pueblos de España. Este es el desorden que Zapatero le pedía a Iñaki, y es el que utilizan aquellas empresas mobiliarias multinacionales para desalojar a los que viven en los edificios por ellas comprados y que pagan alquileres de renta antigua. Introduciendo individuos de esta calaña para terminar echando a los moradores a la calle por voluntad propia. ¡Y ya puedes denunciar, lo que quieras!
España se está comportando como una puta en fuga y en Do mayor.
Aún hay buenistas que viendo el comportamiento de asesinatos, (cuchilladas a un vigilante); violaciones a jóvenes españolas (los chicos de la manada de Alá), les defienden por pobrecitos. Yo les cortaba las alas rapidito y sin miramientos. Pero ,claro, no se puede hacer eso porque somos una ciudadanía buenista y de acogida fácil. Somos tan gilipollas que pensamos que todo el mundo es bueno. Y ya lo dijo el pichón del palomo Blanco Ariel: "Cuidado con aquellos que vienen entre los refugiados". Don Antonio Cañizares, es ese pichón. Este señor bien sabía y hablaba de los garbanzos negros que siempre acompañan al cocido. Por desgracia, el Señor Dios, eligió un pueblo que no lo quiere ni la madre que lo parió. Y, hoy, ni el que los creó.
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