el negocio de la mafia consiste en hacer llamada, embarcar, y distribuir carne por el territorio europeo que hayan elegido. Para ello van cobrando cada etapa desde que llegan a territorio. Les sacan de sus poblachos y los van dirigiendo, como senda al elefante, hacia donde están las barcas. Durante el trayecto tienen que ir provisionándoles de comida (poca, para subsistir) de agua, en pozos excavados y aglutinarles en selvas, para que no llamen la atención de las autoridades de otros países durante el éxodo.
Todo esto es un suma y sigue para las mafias.
Llegan a coger las barcas de goma o patera carcomida para que el barco X, el buenista capitán o capitana, les recoja en alta mar. A ninguno de los dos le conviene que los negritos mueran, porque pierden lo invertido en comida y agua. Pero siempre hay daños colaterales y algunos mueren en el intento. ¡No pasa nada!, en la próxima patera meten más gente para recuperar los dineros perdidos pero... en este caso los cargueros están más atentos a recibirles casi ahogándose. Decir esto les beneficia porque sensibiliza los corazones de las ONG, y dan caña a los políticos para que pongan solución a los dineros que reciben por cada negrito que viene bajo su manto. Hay muchas ONG. Todas tienen parte en el negocio de los negritos vivos y de los negritos muertos. Las ONG españolas están en Miami y, desde allí, dan voces a las autoridades correspondientes y contra la Guardia Civil en las alambradas. Toda esta movida es necesaria para los buenos de los mafiosos y las ONG. Si pensamos bien casi el total de las ONG son directa o indirectamente asociadas a la Iglesia. Es uno de los negocios socios del Vaticano. Que bien dicho todos los trapicheos son de poder del Vaticano y su banco Ambrosiano.
Cuando los negritos llegan al país qué hacen. Buscarse a las putas para casarse con ellas y adquirir la nacionalidad. Otro de los detalles es encontrar lugar fijo o domicilio, desde donde poder justificar vivienda habitual para rellenar documentos administrativos y recibir los justificantes correspondientes.
Una vez conseguido esto se vienen con la dirección de Cáritas para trapichear lo necesario en formato gratuito. Otro de los parabienes que tienen las mafias porque se evitan pagar esos trámites. ¡Cómo va a pagar la Iglesia algo, si todo lo que estamos comentando lo dirige y gobierna la Iglesia! La Iglesia todo lo que dirige lo hace gratuitamente porque no hay un poder estatal que no sea el Vaticano el que imponga determinados aranceles a las cargas de sus barcos. De ahí que los negritos vengan con la dirección de Cáritas desde que suben al barco hasta que llegan a destino.
En el destino las ONG o Cáritas les buscan contratos de trabajo para el campo, servicios, asistentas... Lo que perciben de dinero redunda en las arcas de la Iglesia porque tiene que cobrar el éxodo, el embarque, el desembarque, y lo que han comido y bebido. Todo controlado por la Iglesia, así como las empresas de servicios, de las que reciben el parte de cobro: tanto del día como de la hora. Y si la empresa ha dado alguna limosna al trabajador negrito también tiene que comentarlo con el párroco correspondiente.
¡Qué, qué! Así es la santa, católica y apostólica Madre Santa Iglesia Vaticana.
¡Qué asco de religión!
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