jueves, 14 de septiembre de 2017

no se le ocurre

ni al que asó la manteca.
Ahora se les ocurre al gobierno central meter miedo al regional con quitarle la luz de los lugares donde supuestamente deben poner las urnas. ¡Acojonante el sentido de defensa proporcional! De un tiempo a esta parte he venido pensando, desproporcionadamente, que los estudiantes de universidad son unos borregos. Que en la universidad hay mucho borrego concentrado, y no hay mas que ver lo poco errado que estoy. A los estudiantes de universidad les sucede un tanto como a los jubilados, les han hecho guarderías de ancianos para que no pululen por la calle, ni les ocurra sentarse -cara al sol- por el qué dirán de los turistas. A, ambos dos, les han prohibido deambular por las calles sin ton ni son, y les han hecho ver que lo mejor es acudir a la universidad: a unos; y, a los otros, dejarles inservibles en los centros de jubilados. Y todos contentos. Los unos satisfechos con unos papeles de haber salido ileso de sus visitas periódicas a pagarles las coñas marineras de los profes; y,  a los otros, previsibles ataques de tensión o ictus, por sus largas sesiones de cartas, bocadillos, e inactividades varias. Por tanto, ambos dos colectivos, les sirven a los intereses del Estado. 
Pero..., ¡vamos a ver: que se nos mueren los viejos sentados en las sillas cara al mazo de cartas!, ¡que a los estudiantes no les sirve una mierda la acreditación universitaria! Es igual, pero nos los hemos quitado de en medio durante todo un año, y después de otro y otro...: hasta los 35 ó 40 años. Luego echaremos la culpa a la crisis y a la falta de trabajo.
De igual modo comentamos estos datos certeros; certero es, que la tensión española es influencia demandada por la CIA, y la influencia de algunos países a través de la mente de algunos burros de universidad.
Total, que estamos metidos en una trifulca cercana a la guerra civil, por culpa de los Alain Delon catalanes. A ver si de una vez despiertan de la ensoñación perdurable en el tiempo, de su Alteza Real y del sopla pollas de Rajoy. A ver si no nos dejan mal al resto de españoles con las decisiones a tomar en proporción al envite de ese puñado de atracadores y asesinos. Funcionario que no funcione: a la puta calle, con una mano delante y otra detrás. Y al funcionario como Mas, Puigdemont,  Pujol, Junqueras y demás aspirantes a jefes de pandilla: esposas y cárcel. Y si ninguno de los dos mandatarios: Jefe del Estado y presidente del mismo no saben sacarnos de este embrollo, pues, que dimitan en conjunto, sin más demora. Seguro que sabremos gobernarnos sin nadie en Moncloa.
Fuera Premios de lo que sea. Los premios están vinculados a los mismos que les crearon. Ellos se otorgan las estatuillas, los galardones, los montantes monetarios..., y siempre se les dá: a los miembros de sectas, santones, y familias varias. Eso, sí, a cargo de las espaldas de los tontos de siempre. Para eso sí, que sí, vale el cargo monárquico. ¡A tomar por el culo, masones de mierda!

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