no nos conocía nadie en la UE y ahora nos conoce hasta el Tato. ¿Quién es el Tato? El chino mandarín que vive en las montañas últimas de Tianzi. Pues hasta ahí ha llegado la idea independentista de Cataluña. Sin embargo, hay alcaldes catalanes que no tienen claro qué supone la secesión. Esta mañana, vía FM radio, han entrevistado a un alcalde sobre su implicación en la puesta en marcha del independentismo y nos sorprenden con que los culpables del mismo es el gobierno central. El gobierno central es el chorizo y los malos; ellos solo van a cumplir con el deseo de un 40% de los catalanes. Preguntado si el resto de españoles tenemos derecho a votar... y comenta que no, que solo la tienen los catalanes. Y estoy seguro, que el alcalde -en cuestión-, es charnego de formación y nacimiento.
No puedo estar de acuerdo con la política ofensiva del gobierno. Los españoles tenemos una Constitución que nos recoge a todos como únicos herederos de España. Que todos formamos una única Nación en pro y contra de los eventos que nos puedan influir. Todos a una como en Fuenteovejuna. Y el que no quiera... que ahueque ala y se vaya a tomar por el culo. No podemos los ciudadanos aguantar a que individuos de la calaña de Mas, Puigdemont, Junqueras, Pujol, etc., nos insulten de la forma en la que lo están haciendo. Por ello, no puedo estar con Rajoy, en su falta de ímpetu, de voluntad, a la hora de enfrentarse a Puigdemont y al memo de Junqueras. Me jode, sobremanera, que un payaso como Junquera se vaya de rositas y viviendo cómodamente de los españoles a los que insulta constantemente. Me jode, sobremanera, que todos los conflictos que tenemos en la sociedad, vengan originados de los políticos. El pueblo nada en aguas turbulentas, por culpa de aquellos que cobran por solucionarles los problemas. Esto es un conflicto político que, no, ciudadano. Los ciudadanos no tenemos ni voz ni voto en el conflicto separatista. Nadie nos pregunta qué queremos los demás ciudadanos. Si estamos o no en contra o a favor del grupo político independentista; y si tenemos algo que ganar con que se vayan o no se vayan.
Total, que somos tontos necesarios para lavar las miserias de estos hijos de puta. En la medida que no opinamos... en esa medida se reparten España.
¡Para mear y no echar gota!
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