viernes, 22 de septiembre de 2017

joder, con el ferri

Si la policía ya venía desmotivada a enfrentarse a los separatistas pijos... imaginaros que ilusión les haría enfrentarse a la gran habitación para dos personas que les tenían alquilados en el ferri. Es verdad que van a estar mecidos por las olas como brazo de amor maternal. Pero... ¿para dos personas? El zulo: le llaman. Y no es para menos. Y, como no podía ser menos, los responsables de la estancia pagada de los servicios y cuerpos de seguridad, duermen con sus señoras en los palacetes que les pagamos.
¿Para cuándo el 155?
"1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras Leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas."
Vale, cachondos, que esto no es una movida gay. Que tampoco es una despedida de soltera calentona. Son policías de verdad, contra chorizos de verdad aunque pueda parecer lo contrario. Lo distorsionante es que estamos acostumbrados a que los chorizos eran gente pobre, mal vestida, mal educada, etc. Ahora, desde que conocimos los entresijos del clan Pujol-Ferruola, los Eres del PSOE, la Gürtel del PP, y los sablazos del Urdangarín..., hemos abierto los ojos y descubierto que, son hombres de traje de Emidio Ducci, comprados en el Corte Inglés, a juego con la cartera de piel.
¿A que no es igual que te robe un mierda con harapos, a un traje de mierda? ¿A que no es igual que te atropelle un mercedes, a que atropelle un 600? Con el mercedes siempre puedes presumir, aunque te haya atropellado; lo del Seat es mala suerte, de principios.

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