el último gladiator

Julio Cesar Puigdemont ha sabido elegir al último gladiador. El jefe de los mossos: barrendero malo; como Hitler mal pintor; metido a galán de la dinastía de los separatistas. El tío miente más que portera de comunidad de vecinos. Descarta la posibilidad de un atentado porque no era seguro la información recibida desde Estados Unidos. Como si la CIA no dejara claro las intenciones que tiene de producir atentados de forma ordenada. Por caso, ¿las Torres Gemelas no son un ejemplo como para no tomarse en serio los dictados militares estadounidenses? En cualquier país del mundo el terrorismo de Estado es superior a cualquier grupo terrorista que pueda nacer. En primer lugar disponen de la información adecuada para llevar a cabo los atentados y el por qué. En segundo lugar, disponen de los medios armamentísticos donados por el Estado, a excepción de que obtengan dinero de forma clandestina vía drogas, prostitución, o jefe de Estado, como Trump, que con su dinero particular puede llevar a cabo soluciones de Estados sin que medien movimientos raros en las cuentas oficiales. El muchacho quiere donar 500.000 dólares a los afectados por las inundaciones.¿ Cómo se come que de presidente de gobierno se dedique a repartir pasta particular? Porque consigue fama y más dinero. Pues así se cumplen los daños colaterales cuando Estados Unidos da orden de atentar en algún lugar con intenciones amistosas, para algunos. Cosa que desconoce el memo del barrendero metido a mosso catalán. Y que conste que los barrenderos que conozco, tienen más inteligencia que el jefe de los mossos catalans. ¡Qué bien ha sabido elegir Puigdemont!¡Qué bien supieron elegir los judíos sionistas!
Un comentario curioso lo tuvo un individuo que estuvo cerca de la furgoneta y que constató que funcionaba sola. En Niza, otro individuo afirmó que el señor que conducía no miraba ni a un lado ni a otro. Estaba como muerto. Su cara no era normal. ¿ Maniquí o cadáver? Los actores que corren, es una coreografía al despiste para los medios y los vídeos. Veremos como de tantos muertos y detenidos, no se cuentan en listados oficiales. 
los signos visibles de estos memos: el búho. Búho en la plaza Gaudí, donde acabó la furgoneta.
Búho en el anagrama de los vigilantes de seguridad Eulen, en huelga, en el aeropuerto catalán. ¿Casualidad? Las casualidades no existen en la vida cotidiana.