trabajando en Colombia. El blanco Ariel, advirtió de las densas tinieblas que amenazan al país como la corrupción, la desigualdad social y la sed de venganza. Igualico, igualico, que el difunto de su abuelico. Las mismas tinieblas que pululan dentro del Vaticano. Por, tanto, el santón, de eso sabe un huevo. Por mucho que le hayan ido a ver 2 millones de integrantes de las FARC. O, en su defecto, los trabajadores de la droga colombiana. No olvidemos que es la única industria productiva del país. Con la segunda llegada es posible que haciendo postales, figuritas y estampas -que no tampax, con la cara del papa, para las monjas-, se abra un nuevo volumen comercial para los ciudadanos colombianos. ¡Cuantas memeces del buenista papal!
sábado, 9 de septiembre de 2017
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