lunes, 11 de octubre de 2021

qué bueno mamita

 los chinos se levantan de la cama o catre celebrando el 72º régimen comunista yéndose al cine a ver una de China contra Estados Unidos. Tres horas de corta duración, porque, la película, basada en la batalla del Lago Chaningjin, lidrada por Estados Unidos contra Corea del Norte, es muy interesante y crucial para un día de asueto y libre albedrío. 
A estas altura haciendo el ridículo con la guerra y sus muertos...
Pues los chinos han sido obligados a ir al cine a ver la guerra que gana China, para hacerles ver lo buenos que son sus dirigentes políticos y, porque recaudaron... para las arcas del Estado, 535 millones de dólares, para gloria de los chinos; mientras los propagadores de la pandemia (siniestros chinos millonarios) se van a Estados Unidos a ver películas de destape a la hollywoodiense. ¡Claro, esto, nada que ver con una película de guerra de hace 72 míseros años! Seguro que han salido perdiendo. 
Como siempre los chinos contentísimos con Xi Jinping, el Rey del Pollo Frito. Hay quien tiene la sesera recalentá y no vive más allá de lo que pueden dar de sí sus ciudadanos. Y en ese estercolero inmundo de miseria y de otros no tan miserables, se rasca la panza Xi Jinping, riéndose de sus parroquianos a quienes les someterá a un test sobre lo que han visto de la peli. Por aquello de si alguno se les ha escabullido en el momento de ir al wáter y salir por la puerta antiincendios. Que ya me extrañaría se hubieran escabullido de alguna parte, teniendo cámaras hasta en los aseos. Así es mi China. No hay mejor cosa que proyectar cine una vez al año y siempre la misma pelí. Así se saca rendimiento a un filme.
Pues bien,
no voy a criticar a los chinitos porque les haya tocado ¡...! lo más asqueroso en cuanto a gobierno comunista. Yo diría que los chinitos que tenemos en España, no quiere ninguno volver a China, por muchos pucheros que hagan cara a la galería. En España, los chinitos, viven opíparamente y a su bola. Bienvenidos chinitos. Estamos orgullosos de vosotros ahora que somos colegas de régimen.

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