al servicio del mejor postor

Ese es Greempeace: el pirata de los mares. El que con una barquita hacía frente a torpederos... hasta que les sobornaron, con el barco Esperanza, los mismos países cazadores de ballenas: Estados Unidos, China, Corea, etc. Este tipo de chantaje es propio de toda organización... ongs... plataformas... sindicatos... etcétera. Quienes se han dedicado a la venta de humo, a la trata de personas, al trapicheo de barrio, a los negocios extras, etcétera, etcétera. Ahora, Greempeace, se dedica a la venta de gas líquido a Alemania, a España. Es otro negrero comisionista de los trapicheos que lleva entre manos. Ya no es un defensor de los animales en vías de extinción; es un empresario más que hace mucho dinero a costa del motivo por el que empezó. Greenpeace nació como ong de las ballenas. Para que ni China, ni Rusia, ni Corea... ni nadie, les diera por la caza indiscriminada de esos cetáceos. Tal, como pasa con los defines anualmente, que mueren miles, cazados impunemente, a base de garrotazos.

Empezaron con una barquita a motor y han terminado con grandes barcos. Muchos de estos barcos los dejan abandonados a su suerte porque no les merece remolcarlos. Tal es el beneficio que adquieren de sus trapicheos, que se permiten comprar barcos a razón de 500.000 euros cada vez que tienen que hacer una jugada maestra dentro del ampa. Del ampa: los barcos que se dedican a recoger negritos una vez que les lanzan al mar. Los mismos les arrojan, los mismos les recogen. No sé qué tienen los negritos que, a todo blanco y negro de rolex y cordón de oro al cuello, les motiva por utilizarles de trata. Desde que los piratas, como Greempeace, se dedicaron al secuestro de negros, no han parado de ser mercancía para vender. A veces pienso, si no será el mar la causa de los llantos de tanta gente que ha padecido por, escasamente, respirar. Esto no se parece a <<un valle de lágrimas>>, es, todo un mar de lágrimas, derramadas por un <<quítame esas penas.>>