martes, 19 de noviembre de 2019

¡por fin...!

me acabo de enterar de la sentencia condenatoria para Griñan de 6 años de prisión. Cháves inhabilitado 9 años...; por defraudar -ambos- 850 millones de euros de los ERE de Andalucía. 
¿Qué carajo de condena es esa? 
Si a un chaval de Cádiz le han puesto 10.000 euros de multa y tres meses de cárcel domiciliaria, por cagarse en la madre que pario al hijo de puta que dirige el Ayuntamiento del lugar. 
¿Qué carajo estamos diciendo?, ¿qué carajo estamos aguantando de esta justicia de mierda para el pueblo y nada para los chorizos? 
¿Se nos ha ido la olla?  
No. No se nos ha ido la olla, se nos ha ido la voluntad para dar hostias como panes a todos estos hijos de la gran puta. Empezando por los jueces y terminando con los funcionarios que no funcionan. Y, funcionario que no funciona, debe irse a tomar por el culo... como cada hijo de vecino.
Pueblo mío, levántate y no mires colores, solo el volumen de tu bolsillo y de la justicia que te implantan. A partir de ese entonces... toma la justicia por tu mano y endereza la planta desde la raíz. Y el árbol torcido debe ser arrancado, troceado y quemado. 
El pueblo debe de hablar de una vez por todas. Sino estamos perdidos desde el origen y serén los nuestros quienes padezcan esas diferencias que nos marcan para su propia conveniencia. Tú los subes y ellos se aprovechan. Para eso te necesitan en los sufragios: para saltarse la ley y olvidarse de quien les llevó allí.  Y aquí estamos por esos dos sufragios y siguen igual de contentos después de 8 meses sin hacer una puta mierda. ¿Te pagaría tu empresa por cogerte 8 meses de asuntos propios? Ya es bastante con que te respete quince días de baja... a partir de ahí te mandan la cartita a casa para contarte que está despedido y que vayas a denunciarles. Ya te pagarán por despido improcedente a los 3 años que salga el juicio. 
Por favor;
flaco valor les damos a nuestros hijos si permitimos que se salgan con la suya los etarras, los independentistas, los jueces malo, los CDR y todos aquellos que se saltan la ley porque para eso está la Ley, para saltársela. ¡Acojonante!

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