lunes, 18 de noviembre de 2019

escuchar a la curia

no tiene desperdicio. Cada uno va a su bola y Dios (El Patrón), en el de todos. 
Están enfrascados en que los curas se han de casar y si se casaren ya no serían los católicos a los que representa el Vaticano. Recordemos que los católicos son representantes del Hijo de Dios, Hijo del pueblo, de cuyo recordatorio son célibes y santurrones. Se venera el celibato de Jesús, por el mismo sentir que se odia a las mujeres. Una contra por considerar a las iglesias como representantes de María. Resulta de que aquel ser que Dios fabricó para poblar la Tierra, era cruelmente dañado por sus servidores, y la convierten en Espíritu Santo (Paloma), para engrandecerla. Sabiendo que ningún feligrés sería capaz de saber que de La Trilogía, la Paloma, hace referencia a la Virgen. En vez de ensalzar la persona como Ser creado, veneran a la Paloma, en su lugar. Y lo que era pecado (la sexualidad) por ser utilizado en diversas culturas politeistas como relaciones homosexuales, se convierte en Norma de Celibato como contractual a la relación entre hombres, y de niños, entre mayores. Y lo que en Roma se moralizaba las relaciones entre hombres en baños; la Iglesia saboreaba lo mismo en la Casa de Pedro. Eso sí a escondidas y con malas artes y mañas. Después de 2.000 años vienen a decirnos que los curas deben casarse. Que el Papa, Éste, no pone ninguna objeción a que los curas puedan casarse para poder dejar los culos de los niños en paz, y no tener que estar pagando cantidades ingentes de dinero cada vez que un cura, Obispo, Cardenal, Papa, le da por taladrar cloacas de niños pequeños. Pezqueñines No gracias. 
Una de las cuestiones prácticas que le vino bien a la Iglesia fue el que determinados escritores hicieran de Jesús marido de María Magdalena. Cuya estirpe viene de Benjamín. No sería descabellado si la intención no fuera la de hacer de Jesús un marido, un casado. Y de este modo poder romper el celibato con total normalidad. Hasta el punto que -desde la noticia- la gente la acogió como normal. ¿Y qué ganaba Jesús con casarse si Su Reino no era de este mundo? Si vino a romper todas las ataduras entre humanos, ¿por qué esposarse con una mujer? No necesitaba hacer ninguna de las cosas que de común usaban en aquellos años. ¿Erán más pecadores antaño que ahora? ¿Por qué ahora no se da la aparición de un Jesús, conforme el final de los tiempos? Algo no cuadra en la exposición de apariciones y mesías por doquier. A medida que la inteligencia se apropia del medio, desaparecen inocentadas de novelas Corín Tellado.

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