miércoles, 13 de noviembre de 2019

le pregunté a un amigo



disminuido psíquico, por qué iba a la Iglesia, si Dios no existe...
Me respondió que iba... por si acaso...
Y de aquel planteamiento... hoy le doy la razón en su razonamiento porque, como está la política, hasta yo, me lo voy a creer.
Ha llegado el momento de votar por Otegi para presidente de España. Es más factible que Otegi gobierne adecuadamente a sus ideas; que Sánchez nos gobierne con las suyas. 
Donde no quisimos estar... estamos. A donde no quisimos que nos llevaran los independentistas...: nos han llevado. Y, Sánchez, ahora, se siente más aferrado a Moncloa que nunca. Es más, creo que se siente más aferrado a Zarzuela que nunca. 
Sánchez quiso ser presidente a toda costa y casta. Y le tomamos por pardillo y de loco. Y los locos, como estamos viendo, han subido al poder por su tenaz locura. Es más, los que se creían cuerdos, PP, VOX, Ciudadanos, les han hecho la ola mientras ajustaban a sus pies la alfombra del éxito; la alfombra de los Oscar. 
La derecha se ha comportado como unos verdaderos amigos de chanza, de parranda, de botellón, de los socialistas. Han seguido la línea del maldito Rajoy y de toda la camarilla de desgraciados peperos. A los mariquitas les da a todos por largarse, de abandonar sus funciones públicas, con tal de ponerse las licras ajustadas, y las braguitas caladas. Lo hizo Rajoy, lo ha hecho Marlaska. Más todavía: ahí tiene a todos los CDR dando por el culo en una autovía o autopista y nadie es capaz de sacarles a hostias de allí. Si lo que tenemos en España es justicia, habrá que irse a Venezuela a encontrarla.
En la imagen vemos a la aceituna rellena y al baúl de la Piquer. Porque la cara de Sánchez es como un revoltijo de prendas desajustadas del lugar dónde deberían ir. Imagino que se habrán dado cita, la albóndiga y el es-cu-a-lo, para dar rienda suelta a sus cuerpos, a base de karaoke y vaselina sexual. Mientras, Casado, sigue dando las gracias a sus votantes, desde el balcón de Génova 13, sin darse cuenta que han pasado tres días de las elecciones, y no hay nadie bajo que le quiera escuchar. Alguien debería ir a quitarle las pilas o a mentalizarle que ha perdido todo intento de ganar hasta dentro de 500 años. Pero que no se preocupe que desde la barrera también se toca el toro y encima, estás a cubierto.
El PNV, ETA, está dando los pasos pertinentes para llevárselo crudo. Y no solo se va a contentar con ser una Nación, el País Vasco, sino que se va a cuidar muy mucho de poner una frontera, a modo de Muralla China, para no dejar pasar a ningún español por ella. Eso lo tienen que ver estos ojos que tengo, y que se tiene que comer la tierra. La predicción de Guerra se está cumpliendo: "A España no la va a conocer ni la madre que la parió". Todo un predictor.

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