viernes, 8 de noviembre de 2019

no suelo comentar

de Pablo Iglesias, pero en este caso me ha picado la curiosidad de saber por qué a Pablenin, le tienta, le gusta, Ana Pastor Julián. Una señora que hace ganar a los contrarios porque adolece de esa estabilidad craneal para poder defender a su propia formación política. Que, tal vez, sea por eso, por lo que le gusta a Iglesias. A parte de que a los podemitas les gustan las señoras mayores. Se dejan mimar por las ancianas, como Ana y Carmena. Esto tanto se podría tomar por el camino del abuso disuelto de complacencia, como de la búsqueda de la anciana con dinero y con poco tiempo para dejar herencia, heredar. Si, encima, no tiene dentadura o carece, en la postiza, del canal entre paletas, mejor que mejor. Porque el canal suele dejar rastro en la polla al chupar.
Estamos en un momento de nuestra historia en el que la gente solemos ir apreciando aquello que nos haría más felices, más auténticos, en nuestro interludio extracorpóreo. Qué mejor que una señora rica, mayor y con cierta alienación para vivir cómodo y confortable. Es el tipo de señora, que cualquier hombre desea y está buscando dentro del elenco empresarial y funcionario.
Amigos, un chollo así, es normal que se lo quede otro emparentado en una de las dos categorías, y en este caso ha tenido que ser Iglesias quien viniere, viere y se la... intentare, quedar.
No tengo más remedio que dar la enhorabuena a Iglesias, por su potra y buena estrella.
Tengo que opinar que el debate a 6, de ayer, me pareció de un cutre demencial. Seis señoras intentando destacar a base de atropellarse en sus exposiciones, me pareció de corral. Es verdad que también tiene su aquel, el propiciado por los varones. Pero las señoras fue de lo más de lo más... Es verdad que tienen que destacar por paridad, y tienen que buscar los orígenes dialécticos en quienes más los han desarrollado hasta ahora... Pero no tenían porqué destacar. De ahí que entre este vídeo.

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