jueves, 4 de julio de 2019

¿no estáis un poquito hartos

de tanta inseguridad y deriva desprestigio, de nuestros votados políticos? 
Cualquiera diría que los de VOX les faltó tiempo para fichar por los judíos sionistas; a Podemos con Siria y Venezuela; a Ciudadanos con Macron; a Casado,  casado, con Aznar... pero ninguno ha sido capaz de encontrar la solución para formar coaliciones. ¿Tanta tarta hay para repartir? ¿Tantos intereses hay alrededor de España para no querer partir el pastel?
Si no son capaces de llegar a acuerdos ¿por qué una moción de Censura para Rajoy?
El 155 descafeinado hizo mucho daño en las huestes catalanas. Y eso no se lo podían consentir los catalanes a la derecha. Aún, siendo ellos, rancios derechistas de mierda.
Y, como de aquella Censura estos lodos, estamos día sí y otro también, cansados de sus trapicheos y empujones varios. 
Descubiertos los intereses que animan a los presidentes de partido: doblemente partidos...; llegamos a la conclusión que ninguno merece ser votado de nuevo. Es más..., pensar si no nos vendría mejor votar a Maduro o Trump como presidentes de España. Al menos sabemos de qué pie cojean y podemos tomarles las medidas. 
Lo desgraciado es tener muchos repes, y la duda de saber si de algo sirve mantenerles. Nos cuestan a los españoles muchos dineros sus presidencias de partidos y sin resultados positivos. Demasiadas presidencias, demasiados diputados, senadores, conselleres... Demasiada gente viviendo sin palo al agua. 
Los nuevos entraron dando a la sociedad una imagen de vitalidad y ganas de currar. Una vez establecidos se acondicionan el sillón y si te he visto no me acuerdo. ¡A vivir que son dos días!
200 millones de euros nos cuesta la broma de elecciones generales. Cada vez que esta gentuza no llega a acuerdos y hay que volver a votar... nos perdemos el domingo y la pasta de almorzar... Y soy a favor de elecciones generales por mucho que nos cueste. Lo que no es normal que cada vez tengamos que elegir un presidente de partido distinto. En cada formación electoral se puede elegir al candidato y a la formación. Pero si este no es como se pensaba que podía ser... solo es cuestión de cambiar de muchacho. Ir cambiando el representante por uno nuevo. A rey muerto, rey puesto. A presidente vago, chorizo, mamón y descerebrado se cambia por uno de trinque... Y a probar. Así hasta que se encuentre el que sirva para algo, dentro de la misma formación. Y si ya no hay más por probar...; se cambia de partido más votado... ¡A la mierda las negociaciones entre formaciones políticas!, aquí sí mandaría la grey.

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