viernes, 7 de diciembre de 2018

me hubiera gustado

decir, en el día de ayer, que estaba orgulloso de los políticos que en estos 40 años de democracia han sido sinceros y efectivos con la ciudadanía.
Diapositiva 1 de 41: Los Reyes, presidiendo el acto solemne
No puedo decirlo. 
Lo que estuve viendo ayer fue una pantomima, un desafuero conjuntivo de individuos que tenían menos de (¡...!) de lo que debían tener. Un grupo de palmeros desalmados, psicopáticos y psicópatas, de difícil evaluación.
Se me pusieron las carnes de gallina y los pelos como erizos de ver a ese conjunto de presidentes gallardos, trillados por el tiempo. (Faltaba Adolfo; que deberían -a mi juicio- haberlo desenterrado y acomodado antes de Felipe González.) Adolfo-González, Aznar-Zapatero-Rajoy. Me falta uno de UCD.
¿Realmente el día de la Constitución nos devolvió  años de gloria a los españoles después de esos 40 años? 
Hemos perdido cuarenta años por culpa de las desorganizaciones paterno-filiales en las tripas de los partidos, y seguimos teniendo el mismo problema intestino. ¿Qué hacía Felipe aplaudiendo con lo que esquilmó a la población española junto al etarra señor Guerra? 
¿O qué hacía Aznar de cuyas andanzas no quiero acordarme? 
¿O qué hacía Zapatero: caballero andante por los terruños venezolanos dando clase de presidente... cuando ha sido lo más nefasto en su mandato en España? ¿O qué hacía un señor maricón ocupando butaca cuando se largó dejando un bolso en su escaño permitiendo que entraran a formar gobierno los independentistas, los etarras y el ególatra Sánchez? 
Estaban sentados por orden de apariencia en las diferentes etapas de gobierno a saber...: constitucional y democráticas votaciones.
Todo mentiras y apariencias.
Y qué vamos a decir del Monarca y la consorte que no se haya dicho ya. 
El día de ayer tuvo de gloria el que los ciudadanos tuvieran fiesta y la dicha de largarse de casa en busca de playa, campo y olvido. Los que no pudieron coger puente, acueducto, o llámese como se quiera...: tuvieron la desdicha -quizá- de tragarse La Purga San Benito del vulgo raquídeo político.
Hasta los chinos sufrieron un desgastado impulso de apagar el televisor si no hubieran visto que aplaudía gente colorista, aunque nadie cantaba. 
Lo poco que lo estuve viendo me faltó encontrarme el Falcon y Rufián, porque hasta la presidenta del Congreso estaba en su salsa... insultante... insulsa como siempre... pero dando el "do" de pecho.
Me dolieron las retinas y achinaron los ojos al fijarme bien si los nombrados inexistentes Adolfo Suárez (UCD) y Gabriel Rufián (ERC), estuvieran escondidos entre alguna columna del fórum. 
No los vi. 
¿Estará vivo Adolfo o muerto Rufián?
¡El tiempo nos lo dirá!
P.D. 
Quiero restañar que Unidos Podemos (todos presentes) no aplaudieron la lectura de Felipe VI. ¡Oh!
Yo lo entiendo y estoy de su parte. Esas lecturas suelen ser tediosas, cansinas, largas, mentirosas, insulsas, y no son para ocasiones de este calado. Son más propias de lecturas para intelectuales minoritarios de petite comité. Alabo la integridad doctoral de Iglesias y sus muchachos.

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