domingo, 30 de diciembre de 2018

la religión católica

no es ni religión ni es católica. Simplemente es un negocio desde hace 20.000 años. Nació expresamente con la identidad y misión de hacer borregos y serviles varios. Ahí tenemos a los personajes, con nombre y apellidos, que han puesto de ejemplo y su sentido de la dinámica del control mental. Tan es así de exitoso que llevan aborregando personas desde antes de Cristo. Este personaje dio a la Humanidad entera la frágil identidad en formato de sumisión muy por debajo de los poderes fácticos en todas las edades. "Poner la otra mejilla" es tanto como ser siervo por voluntad propia. Todos estos personajes han servido de ayuda para que una parte innoble de la sociedad se haga con la nobleza de los más tontos.
Todos somos testigos de la vacuidad de la religión en aquellos países que han sido pasto de las llamas de los deseos de sus dirigentes. Cuando la curia ha metido la cabeza en ellos...: los pobres han sido más pobres y los dominadores más dominadores con el auxilio de la Iglesia. La Iglesia siempre ha estado beneficiando a los dominadores porque ellos, también, lo son. Siempre han ido bendiciendo a la casa de los favorecidos...; y han pasado de largo de aquellos desposeídos de riquezas.
Llevan, para nuestras cuentas, 2.000 años llevándoselo crudo y haciendo del buen Dios escarnio diario. Amén de aquellas festividades en las que no se acuerdan del Él, porque también se van de putas y putos festeros. El Patrimonio de la Humanidad dirigida, gobernada y manipulada por la Iglesia...: está de vacaciones cuando consideran que deben coger vacaciones. ¡Pero si solo trabajan media hora cada porrón de horas!... No hay suplentes, se van todos. Cierran la paradeta...
¿Quién quiere engañarnos ahora diciendo que España es un país de cristianos? Los cristianos son judíos porque de ellos parte las enseñanzas obtenidas en Egipto hace la friolera de todos esos años escritos. ¡Ya basta de tanto puto controlador de voluntades! ¡No somos católicos, ni apostólicos, ni romanos, carajo! Todos esos calificativos lo eran los romanos que estuvieron en España, y no todos lo eran, por adorar a diferentes dioses toda su existencia. 
Ya está bien de tanto metomentodo en los asuntos de los ciudadanos y menos para llevarnos al huerto. Quien quiera ser de la Iglesia lo sea, y el que no...: pues no. Punto.
Que quieren convivir varias ideas religiosas en un mismo país que lo hagan, pero sin el espectáculo demencial de las sinagogas en Israel. Jerusalén. Pegarse por repartirse los visitantes... es demencial, patético y define claramente qué les interesa de verdad...

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