jueves, 12 de septiembre de 2013

por si éramos pocos...

parió la abuela. Y lo hizo en la revista Vaniti Fair, americana, de la mano de Bob Colacello.
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 Al parecer, alguien huele que el monarca va a pasar el testigo al príncipito. Que podría no pasar de este otoño cuando saltase la noticia de la abdicación del Rey, en la figura de su hijo. Y es muy posible que la institución monárquica se derrumbe, después de ésto. Es decir, que el matrimonio Juan-Sophía, se vaya a la mierda, de ahí la aparición de Corinna esperando llevarse algo, aunque sea la cubertería de plata.
Como en todos los conflictos matrimoniales y extra matrimoniales, los últimos que se enteran son los interesados, y efectivamente hemos sidos los españoles los últimos en darnos cuenta de que el Rey tenía agujero donde meter y no era precisamente en el de su consorte.
Sophi, para los amigos, está que trina desde la aparición en pantalla, en vivo y en directo, del caso cornamenta con la Corin, en los alejados territorios africanos, y a modo de Tarzan y Chita.
Este ligón del tres al cuarto y baboso, por edad, nos ha dejado una herencia que, a mi juicio, no deberíamos volver a repetir en la figura idílica del Príncipe y la presentadora. Aunque ésta, la presentadora de telediarios, hace callar al marido, a los del PP y hasta así misma, al no comunicarnos la realidad de la muerte de su hermana. 
¡Vaya putiferio de la Casa Real! Yo me pregunto ¿ha sido casta la reina durante todo este tiempo que ha durado el reinado? Porque si es así, no me creo sea de cuna, Bilderberg. 
Como ha dicho alguien, al Rey le gustan todas las mujeres, hasta la suya. Sin embargo me pregunto por qué repudió a la Reina desde el 75. ¿Han sido el hijo y las hijas insemidos artificialmente? ¿Será Vaniti Fair quién nos de la respuesta en un próximo número?
¡Qué vergüenza de Rey, de Príncipe, de princesas, de consortes y consortas...

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