viernes, 27 de septiembre de 2013

distinguido amigo

estimo lo suficiente la verdad como para no decir que yo había pensado, hace tiempo, en la aplicación de la Ley Marcial. ¿Pero cómo? Si nuestros soldados no existen, y los regimientos están representados por una élite caduca de más de 80 años. De ejemplo el Rey y el señor Luis Tovar. Pues así, todos:  como las muñecas de famosa. Imagínatelos andando apretados para no caerse, a paso de semana santa y vaivén del gallego Fraga; los trajes descoloridos por el paso del tiempo de colgar en el armario, y en las solapas mogollón de medallas que no las quiere nadie, ni en los rastros. Seríamos el hazmerreir (todavía más) de los cinco continentes. ¡Ya se están riendo con el inglés de la Botella, como para ir dándoles más caldo de cultivo!
Pero sí es de recibo, que España, necesita de un golpe magistral de 23F; de militares con dos cojones y  lanzadera orbital para todos estos chorizos de mierda. No hay derecho que un día sí y otro también, nos insulten con las pensiones, las subidas de luz, agua, gas y su puta madre. Cualquier persona con dos dedos de frente, le incomada la pasividad con la que se están tomando las cosas y, por tanto, resultados multiplicados por cero. La mayoría pasan la mitad del tiempo en los juzgados imputados en/por algo, y el otro resto ladrándose las ratonerías que han hecho. Con esta panorámica, me enervan los debates donde se les pone por las nubes y nos intentan vender la Lambretta, de nuestros años de juventud.

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